El gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla Valdez advirtió que en su administración habrá cambios sustanciales en la ley para evitar que los narcomenudistas que caigan a la cárcel salgan con rapidez, “vemos con desesperación que no hay una solución a este problema, donde el 90 por ciento de los crímenes están relacionados con el narcomenudeo. No hay estrategia que haya funcionado y todo parece indicar que solo contamos los muertos”.
Bonilla Valdez, invitado por las autoridades de la Fiscalía General de la República al acto de incineración de narcóticos en las instalaciones del campo de adiestramiento del 28 Batallón de Infantería, dijo contundente: “Vamos a ponderar en el congreso estatal tener leyes más estrictas, más drásticas si es necesario, para que este fenómeno no siga siendo una puerta revolvente, por la que entran por un día y salen a las 24 horas, eso se tiene que resolver”.
El próximo mandatario en su mensaje comprometió todo el apoyo de su gobierno para trabajar, aliado de las diversas corporaciones federales, el ejército mexicano y la marina en contra del crimen organizado y a favor de estrategias que permitan disminuir los índices delictivos en favor de la paz y tranquilidad que anhelan los bajacalifornianos.
“Estaré constantemente vigilando por la seguridad de los baja californianos y no se nos debe de olvidar que el responsable por la seguridad de los baja californianos es el gobernador, no solo las corporaciones federales, no es la Guardia Nacional o el Ejército, son las policías de los municipios y las estatales las que deben dar la tranquilidad a los ciudadanos, y esa responsabilidad me la llevo conmigo”, expresó Bonilla.
El ahora gobernador electo reconoció que ha sido muy crítico con la falta de autoridad del actual gobierno, “pero nosotros vamos a seguir trabajando, sin claudicar, en las mesas técnicas de seguridad, las cuales podrían ser más temprano para que nos alcance el tiempo, tal y como el presidente las hace y lo único que tenemos qué hacer, es levantarnos más temprano”, comentó seguido de una sonrisa.
Criticó que el actual gobernador no se aplique en estas reuniones, y por el contrario quiera evadir el tema solo procurando una tarjeta informativa donde le den cuenta del número de víctimas de la jornada, “pareciera que sólo contamos muertos”, refirió.
Con la asistencia de autoridades civiles y militares al Aguaje de la Tuna, durante el acto de incineración se quemaron cerca de 26 toneladas de diversos estupefacientes, principalmente marihuana, seguido de metanfetaminas y precursores para la elaboración de drogas sintéticas.