Aunque han pasado más de 54 años de su fallecimiento, la familia Palacios sigue recordando a su madre fallecida en el año 1969, cuando apenas tenía 40 años de edad, desde entonces la visitan a menudo, por lo que este próximo 10 de mayo no será la excepción.
Julia Cervantes de Palacios descansa junto a su esposo Guillermo Palacios en el Panteón Municipal número 2, bajo la sombra de un gran pino salado, y tiene uno de los monumentos mejor conservados del camposanto.
Sus hijos, Guillermo, Norma, Sandra y Armida, acudieron este domingo a lavar la tumba y colocarle unas flores, gladiolas, que eran las flores que le llevaba su padre hasta su fallecimiento en el año de 1976, cuando tenía 51 años.
Armida, la menor, recuerda que solo tenía 9 años de edad cuando falleció, y desde entonces vienen cada 10 de mayo, también el día del padre, así como el de los muertos, pero en esta ocasión decidieron venir este día, ya que actualmente radica en Tijuana, y el miércoles no podrá visitarla.
Todos tienen su función, explicó Sandra, ya que hay quien anteriormente traía aserrín pintado de verde, pero ahora llevan una alfombra de pasto artificial, unos llevan gladiolas además de otra variedad de flores que en esta ocasión, son de color rosa y morado.
Expuso que en ese sector se encuentran enterrados varios familiares, como tíos y primos, cuyas tumbas se encuentran rodeadas por un cerco metálico.
Sandra mencionó que se han conservado los monumentos debido a que han estado cuidando de ellos por más de 50 años, sin embargo, en el terremoto del 2010 cayó una rama del pino salado sobre el crucifijo, tumbando y quebrando los brazos de Jesucristo, pero este ha sido vuelto a poner en su lugar.
Para este miércoles 10 de mayo llegarán temprano para ganarle al calor, es mucha familia, desde hermanos, sobrinos, nietos y hasta biznietos, que visitarán a sus padres para continuar con la tradición de honrar la memoria de sus antecesores.