Los Centros de Rehabilitación para adictos aún luchan por quitarse el estigma de ser lugares donde se violenta a los pacientes, hoy se profesionalizan para dar mejor servicio, pero señalan, la familia es clave para el éxito del tratamiento.
Santiago Raygoza, presidente de la Federación de Asociaciones Civiles en Baja California, asegura que los Centros de Rehabilitación no contaban con ninguna regulación, y se hacían malas prácticas que les dieron mala fama. Sostiene que esa situación ha cambiado poco a poco, bajo la supervisión de la Secretaría de Salud, el Conadic (Consejo Nacional de Adicciones), así como Bomberos y Protección Civil, lo que propicia tratamientos más humanitarios.
Ahora se contratan a psicólogos y médicos, que se encargan de cuidar la integridad tanto física como mental de los pacientes, en instalaciones dignas para su recuperación. Además, puntualiza Raygoza, un tratamiento no tendrá éxito si el paciente no cuenta con una estructura en la que se apoye para que no recaiga de nueva cuenta en las drogas y esta estructura es la familia.