La variedad de dátiles de primera calidad y de excelencia para ser exportada a otras partes del mundo y que se generan en el Valle de Mexicali, pasó por un proceso de aprendizaje, ensayo, error y muchas pérdidas.
Marco Antonio Chavira es un productor datilero y explicó que al inicio por falta de quien ofreciera asesoría, algunos productores perdieron hasta el 70% de las palmas y con ello su inversión.
Antonio Cota García, asesor técnico en palmas datilera, puntualizó que hace falta un paquete tecnológico, el cual debería ser responsabilidad de la Secretaría del Campo Estatal y de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural Federal el desarrollarlo y ofrecerlo a los productores.
Para producir más y con mayor eficiencia aún hace falta planeación y técnicos expertos en el suelo, los cuales no hay en el Valle de Mexicali, otro reto es la falta de un paquete tecnológico que debería de proporcionar el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap).
Los productores también señalaron que quienes deberían de asumir el tema de la investigación son las universidades, principalmente la de ciencias agrícolas en el Valle que pertenece a la Universidad Autónoma de Baja California.
Aunque ya existe una curva de aprendizaje, aún se requiere altas inversiones para una sola hectárea, la cual oscila en los 300 mil pesos y llega hasta casi 500 mil pesos por costos del fertilizante, preparación de la tierra y sistema de riego, así como los cuidados para que cumpla su primer año, a lo cual se suma el gasto de un velador porque reportan altos robos de las palmas en el Valle.
Después del primer año, se confirma que la planta sembró bien, y es esperar hasta el tercer año cuando comienzan a generar dátiles la palma.
Otro proceso que han tecnificado es la polinización de las palmas, la macho tiene una flor con el polen, el cual es recogido para aplicarlo directamente en la flor de la hembra, y así ser más eficiente la generación de hijuelos.
Estas plantas hijas pueden venderse hasta en 70 dólares y son las utilizadas para comenzar nuevas plantaciones.
Los hijuelos que son las palmas, se compran para plantar y en su momento serán las generadoras de dátiles, estas pueden costar entre 60 a 70 dólares la pieza.
Algo que destacaron los productores de dátiles, fue que las palmas pueden generar buenos frutos en diversos tipos de suelos, donde la clave es el trato y cuidado que se aplica a las plantas, incluso en zonas arenosas o con salitre.
Actualmente están en gestión de siembra de palmas en la zona de la Laguna Salada donde se generaría la variedad dátil Honey, mientras que en el valle se está generando la variedad denominada como Cachanilla que será de la región.
Falta difusión
Antonio Cota comentó que en México no hay difusión o programas para incentivar el consumo del dátil, con lo cual generarían mejores ganancias porque gran porcentaje del valor se va a los distribuidores o intermediarios.
Marco Chavira puntualizó que se requiere atracción de compradores por parte de las instituciones de gobierno y no de los intermediarios, para que pueda mejorar el precio de venta y las ganancias, además falta abrir nuevas líneas de mercado.
“Llegan árabes e israelíes pero por medio de intermediarios y eso no permite mejorar el precio, ni el margen de ganancia”, enfatizó.
También señalaron que una de las funciones del gobierno que no se realiza, es abrir brechas por medio de exposiciones internacionales, las cuales no se gestionan su participación.
