Para la agrupación Verter, a nivel local y en México hace falta visibilizar la crisis de sobredosis que existe, ya que este es un problema que se puede prevenir contando con el medicamento necesario para revertir sus efectos.

Said Slim, cofundador de Verter y coordinador de proyectos de esta asociación civil que vela por la reducción de daños en personas con adicciones, opinó que actualmente las autoridades no cumplen la norma oficial mexicana para la Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones. (NOM-028-SSA2-2009), la cual habla sobre cómo manejar los pasos para atender a las personas que consumen drogas ilegales.

En el marco del día internacional de la concientización de la sobredosis, mencionó que la Comisión Nacional contra las Adicciones cuenta con el presupuesto necesario para atender el tema, para lo cual se esperaba que con la llegada del nuevo gobierno de Movimiento Regeneración Nacional cambiará la mentalidad de los que toman decisiones en el país, sin embargo, no ha sido el caso en el manejo de las adicciones.

Por ejemplo, desde el 2017 se generó una crisis muy evidente en Estados Unidos por las muertes de sobredosis, sumando en ese año 75 mil personas que murieron por ese motivo, lo cual ha ido en incremento con el paso de los años.

Por el contrario, Slim refirió que en México no se documentan las muertes causadas por sobredosis, lo cual refleja que faltan políticas públicas para visibilizar y concientizar sobre el tema.

Para que sea una política eficiente, se requiere que se facilite el acceso de la naloxona a los servicios de salud pública, afirmó.

“Nosotros hacemos algo como comunidad, falta que de manera política, las personas que toman decisiones, las encargadas de este problema, como las instituciones de salud, de seguridad y nadie hace nada”.

El activista consideró que el tratamiento que se aplica en los lugares donde se atienden a personas con adicciones tampoco es el ideal, pues en muchas de las ocasiones las ingresan contra su voluntad, lo cual no responde a los derechos humanos de las personas.

Otro ejemplo es que de manera institucional se permite cambiar el consumo de alguna droga por el consumo de la metadona, un opioide estupefaciente controlado, lo cual realmente no es una solución a la adicción, pues solo se sustituye una droga por otra y también genera efectos secundarios para el paciente.

“Adaptan la ley pero no son las adecuadas, no creemos que estén basadas en las personas, en el ejercicio de los derechos y no van a la par, como van los nuevos lineamientos en lugares como Europa, Canadá, Estados Unidos, Australia, incluso en Uruguay, las estrategias de regulación, reducción de daños integradas en la atención a las adicciones son visibles, aquí todo sigue de manera mal abordaba, es nuestro punto de vista”.

Verter es una asociación civil que atiende a personas en situación vulnerable, a la cual se realizan la entrega de equipo estéril de manera gratuita para la inyección de drogas e intercambio de jeringas usadas por nuevas, con la finalidad de que no compartan con otras personas las jeringas, evitando así la transmisión de enfermedades a través de la sangre. También aplican la prueba rápida para la detección de enfermedades de transmisión sexual.

En el local de la agrupación, ubicado en la zona centro de Mexicali, atienden en promedio a 60 personas al día que en su mayoría buscan intercambiar las jeringas que utilizaron. De estos, unos 40 son hombres y 20 son mujeres.