La atención que el Gobierno mexicano está dando al tema migratorio es desde una perspectiva económica y administrativa, alejada de los derechos humanos, criticó Kenia Ramírez Meda, catedrática e investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
Desde hace dos semanas México se ajusta a un compromiso hecho con Estados Unidos para controlar y frenar los flujos migratorios procedentes de Centroamérica, por lo que se desplegaron elementos de la Guardia Nacional en la frontera del país.
Otra medida es la que se ha impuesto en las centrales camioneras de todo el país donde se pide documentación a los migrantes extranjeros.
Ramírez Meda indicó que la autoridad mexicana actúa bajo la presión que ha ejercido el Gobierno de Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles de no hacer algo contra el tránsito de centroamericanos que desean cruzar la frontera de México con Estados Unidos.
“Todo esto conlleva a una nueva visión donde hemos abandonado la perspectiva de derechos humanos para administrar los flujos migratorios”. La investigadora señaló la necesidad de atender el tema de forma humana, pues migrar es un derecho de cualquier ciudadano.
“Es una visión puramente administrativa y hay que entender que la migración es un tema de derechos humanos”. Desde la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UABC, Ramírez Meda ha desarrollado investigación en temas de migración, recientemente enfocada en la inclusión de la población haitiana a la sociedad mexicalense.