Debido al peligro que representa el sacrificio de ganado en lugares no certificado, el diputado local por Morena, Víctor Morán Hernández lanzó un exhorto a la alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda a que abra un rastro municipal, en esta capital, ya que el último fue cerrado a principios de los años noventa.
Durante la última sesión plenaria, el legislador tijuanense por Morena, presentó: “Un respetuoso exhorto a la C. Presidente Municipal de Mexicali, Baja california, Lic. Marina del Pilar Ávila Olmeda, a fin de que a la brevedad posible se dé cumplimiento a la disposición constitucional que establece a cargo del municipio que preside la función de servicio público de rastro para el sacrificio de ganado, así como que se dé cumplimiento a la normatividad oficial mexicana y la de salubridad en la materia, en protección de la salud de los habitantes, y de la economía de los productores pecuarios de este municipio”.
En su exposición de motivos, Morán Hernández expuso que un problema ampliamente expuesto por los productores pecuarios y los veterinarios de Mexicali y su valle, es la falta de un rastro municipal donde se realice el sacrificio de diversas clases de ganado en condiciones de salubridad.
Desde principios de los años noventa se cerró el rastro municipal que estaba ubicado en la colonia Zacatecas, ya que por su antigüedad, presentaba diversas deficiencias, y por el crecimiento de la ciudad, esta zona se encontraba dentro de la mancha urbana de Mexicali.
Desde entonces, quedaron como opciones para los ganaderos locales para sacrificar el ganado mayor y menor, el acudir a los rastros particulares Tipo Inspección Federal, conocidos como Rastros TIF, que fueron establecidos desde principios de los años ochenta en Mexicali.
Sin embargo, dijo, esos rastros ya no son accesibles para los criadores de ganado puesto Rastro TIF 54 vendió sus instalaciones en el 2018 a una empresa cervecera, y los otros 3 rastros que existen en el Valle de Mexicali son particulares.
Estos rastros funcionan principalmente para sacrificio del ganado destinado para sus actividades propias de comercialización y exportación de carne de ganado vacuno.
Ante esta Situación, expuso Morán Hernández, algunos productores, especialmente de ganado menor, optan por no acudir a esos rastros certificados, por el costo que les significa el sacrificio y traslado de animales, que les repercute en su margen de ganancia.
Por lo anterior, estos criadores sacrifican a sus animales en sus mismas unidades de producción, con los consiguientes riesgos para quienes consumen esa carne, por no haberse practicado la observación previa de los animales y la posterior inspección de los canales del ganado sacrificado.
Morán Hernández comentó que hay que evitar el sacrificio clandestino, proporcionando a la brevedad posible a los productores, un lugar adecuado donde se dé cumplimiento a las diversas Normas Oficiales Mexicanas y de sanidad que rigen esa materia.
Si el ganado no es sacrificado en un lugar certificado, la carne no tendrá los sellos oficiales y documentos que garanticen su sanidad y eso afecta a los productores al momento de tratar de comercializarla, pues muchos compradores consideran este producto como riesgoso y obtienen un bajo precio por ella.