Cuatro meses han pasado desde que José y su familia llegaron a Mexicali, meses en los que no han logrado conseguir una cita con autoridades de Estados Unidos para presentar su solicitud de asilo, a pesar de los constantes intentos.
Herrero de profesión, José llegó a Mexicali huyendo de la amenaza del crimen organizado, pues afirma haber tenido problemas con una persona integrante de una de estas organizaciones.
“Al ultimo me amenazaron de muerte y me tuve que salir, esa es la verdad, y por eso nos venimos para acá, supimos que estaban dando asilo y nos venimos”
Actualmente José se encuentra resguardado en uno de los albergues para migrantes que hay en Mexicali, acompañado de su esposa, dos hijas mayores de edad, una hija menor y su pequeño nieto.
En entrevista para LA VOZ DE LA FRONTERA, admitió sentirse desesperado, pues a pesar de que sus hijas han intentado más de una vez generar la cita en la aplicación CBP ONE, para solicitar el asilo humanitario en Estados Unidos, aún no lo han conseguido.
“Esa es mi intención, porque para Michoacán no podemos regresar, estamos buscando apoyo, es lo que estamos esperando, a ver si salimos en la aplicación; mucha gente llega desde Michoacán y a los ocho o 15 días le sale la cita, y nosotros no hemos podido salir”
Sobre su estancia en Mexicali, José admite que ha sido difícil acostumbrarse no sólo al clima, sino a la comida, ya que en Michoacán también hacía labores de agricultor y estaban acostumbrados a consumir sólo comida del rancho.