Para dar a conocer a los cachanillas que existen lugares enMexicali para disfrutar de un buen, sano y variado alimento y deatraerlos al talento de chefs de la localidad, nació hace un añola columna “Chicali Tragón”.
Karina Villalobos, licenciada en Ciencias de la Comunicación yen Historia por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC),reveló que a raíz de su participación en un programa de radio enel que mostraba que en Mexicali hay mucho por hacer en cuanto aocio, fue invitada a participar en el diario de los cachanillas, LAVOZ DE LA FRONTERA, como columnista. Esesegmento salió de la idea de hacer que la gente deje de decir queno hay nada qué hacer en Mexicali y de ahí se fue cargando máshacia la comida y es ahí donde les llamó la atención a losdirectivos de este periódico que estaba hablando de opciones quemucha gente nunca se había dado la oportunidad deconocer”. La empatía que ha generado “ChicaliTragón” con la comunidad ha hecho que esta columna suba como laespuma en el gusto de los lectores, ya que como bien se dice “elamor entra por el estómago”, por lo que Karina ha sabido llegara los lectores de este diario con sus acertadas y deliciosasrecomendaciones, porque como ella dice “a todos los mexicalensesnos encanta comer” y quién no quiere hacerlo en un buenlugar.
Para “Chicali Tragón” el objetivo es claro: Mostrar lomejor del mercado gastronómico local. Loimportante no es que sea un restaurante establecido, lo importantees que esté bueno, de eso va el ‘Chicali Tragón’; si lacolumna sigue respondiendo a esa necesidad principal de hacer ver alos mexicalenses lo que tenemos alrededor, yo creo que el‘Chicali’ con paciencia, con cariño, con buena organización,tiene para mucho tiempo”.