El lugar donde vivían 82 perritos de diversos tamaños y razas, provocaba que tuvieran comportamiento muy rudos entre ellos; la mujer se encuentra bajo investigación, sin embargo, aparentemente obraba de buena fé, indicó la fiscal general del estado, Maria Elena Andrade Ramírez.
La vivienda que pretendía ser un albergue formal, era una casa mediana, ubicada entre las vialidades Isla Mujeres y Cataratas del Niágara en el fraccionamiento Santa Mónica, los perros dormían algunos en jaulas, otros en alacena, cocina, debajo de los muebles o sillones.
La fiscal informó que cuando llevaron a cabo la inspección del lugar, no localizaron ningún animal muerto, la mujer indicó ser animales y que rescataba a animales que miraba en situación de calle y los trasladaba a su casa, misma que no reúnen las características necesarias.
Aparentemente, no había animales maltratados, solo con mordeduras de otros caninos por las peleas que se ocasionan al estar en un lugar chico, algunos de ellos se miraban en estado de desnutrición, sin embargo, la fiscal dijo que lo anterior no quería decir encontramos algunos perros que se miraban con desnutrición, no en sí maltratados, si con mordeduras de los propios perros, esto no quiere decir que se lo estaba provocado la propietaria, si no al ser recogido recientemente de la calle, todavía no estaban alimentados como es debido.
La mujer se encuentra bajo investigación, aunque aparentemente obraba de buena fé, no está exenta en que realizara alguna actividad de forma dolosa o culposa.
El rescate ocurrió el pasado sábado, en donde participaron agentes de la Fiscalía General del Estado y personal del Centro Municipal de Control Animal (CEMCA), atendieron una denuncia en donde les llegó un video mostrando como los mismos perritos se comían a otro muerto.