Tijuana.- Cuando el semáforo de vigilancia epidemiológica esté en verde, los maestros, alumnos y personal de apoyo podrán regresar a los planteles en Baja California, sin embargo, no será como antes, el secretario de Educación de la entidad, Catalino Zavala Márquez, expuso que será bajo la nueva normalidad.

Cuando regresen a las escuelas, “los estudiantes lo harán con cubrebocas, sí”, dijo el secretario de Educación, a pregunta expresa del análisis de prevención entre los alumnos, ya que existe el contacto frecuente en actividades escolares y recreativas dentro de los planteles.

Aún en elaboración está el esquema de protección y prevención que deberán seguir los estudiantes desde educación inicial hasta superior, así como maestros y todos los trabajadores involucrados en los centros educativos, detalló el secretario Zavala.

El esquema, agregó el secretario de Educación, incluye no solo la sanitización de los planteles educativos, es decir, la limpieza exhaustiva antes de que inicien las clases, o el retorno de las actividades, sino las medidas personales que maestros, alumnos y trabajadores en general deberán seguir.

Del 3 al 5 de agosto la Secretaría de Educación realizará la sanitación de los planteles en toda la entidad, indicó el titular de la dependencia, “la limpieza de todas las áreas de uso común, los salones y mesabancos y toda la infraestructura educativa”.

No obstante, la dependencia no tiene un presupuesto definido ya que se encuentra en actualización de las necesidades de cada uno de los planteles en el estado.

“Todas las escuelas van a ser incluidas en el presupuesto de limpia, se va a asignar el presupuesto que sea necesario”, respondió el secretario de Educación, agregando que “está el área de Infraestructura Educativa actualizando los presupuestos, lo que cueste se va a hacer, porque hay prioridad con la contingencia de destinar los recursos que se requieran”.

El presupuesto que se determine para la limpieza de los planteles será asignado de los recursos propios de la Secretaría de Educación de Baja California y del gobierno estatal, indicó el funcionario.

En escuelas primarias como Alba Roja, Miguel Hidalgo, Independencia, 20 de Noviembre y otras han manifestado su preocupación, debido a la gran cantidad de alumnos con los que cuentan las escuelas, los salones con más de 35 estudiantes que no son adecuados para mantener la sana distancia.

“El regreso va a ser gradual, por ejemplo, en esas tres primeras semanas (de agosto) será básicamente para apoyo a los alumnos que necesiten reforzamiento o apoyo educativo y será en función de su apellido, por abecedario”, mencionó el secretario Catalino Zavala.

El objetivo de lo anterior es que se pueda tener control del protocolo de seguridad y sana distancia, en los primeros días del retorno a las escuelas, sin embargo, al ser cuestionado sobre la totalidad del alumnado, precisó que hasta el momento la opción se está analizando.

Cabe destacar que tanto el secretario de Educación, Catalino Zavala Márquez, como el gobernador, Jaime Bonilla Valdez, han mencionado que la propuesta del calendario presentado el pasado jueves 4 de junio públicamente, está sujeto a las observaciones que realice la Secretaría de Salud de Baja California, con respecto al cambio de coloración del semáforo de vigilancia epidemiológica.

Por su parte, la Secretaría de Salud de la entidad ha confirmado que las actividades escolares de manera presencial son las últimas que se podrán retomar, ya que esto será posible solo hasta que el semáforo de vigilancia epidemiológico esté en verde.

De igual manera, ha manifestado que aunque la edad pediátrica y adolescente ha permanecido “muy respetada” durante la pandemia, a comparación del resto de grupos etarios, no está exenta del contagio, sobre todo como vehículos de transmisión, es decir,que lleven el virus a otros en sus casas.

Por último, la Secretaría de Salud manifestó que la población vulnerable en edad infantil deberá someterse a una evaluación al momento que se reactiven las actividades escolares, para que sea un médico certificado el que determine si no hay riesgo para el infante por padecimientos particulares.