Cerca de 1 mil 300 menores de los 1 mil 600 que se encuentran bajo resguardo del Sistema DIF en Baja California están ahí por omisión de cuidados por parte de sus padres, reconoció la directora de la institución, Mónica Vargas Núñez.
Esto representa poco más del 81% de todos los menores institucionalizados, y también se reportan casos de menores resguardados por violencia física o psicológica, aunque en menor medida.
Vargas Núñez explicó que una vez que se detecta un caso de este tipo se da aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE), quien es quien finalmente remite a los menores al cuidado del DIF Estatal.
De acuerdo a la entrevistada, se considera omisión de cuidados cuando el menor se encuentra en una situación en donde se vulnera su derecho a la educación, a la familia, a la vida libre de violencia, la recreación, etc.
“Lo que hacemos es atender a la familia, porque de nada sirve que podamos atender psicológicamente y en temas de salud al niño en el albergue si no estamos trabajando con las familias, y lo que buscamos es la reintegración familiar”
Según estimaciones de Vargas Núñez, actualmente existen entre 35 y 40 casos en trámite ante la Fiscalía General del Estado por omisión de cuidados.
La funcionaria resaltó que las familias reciben atención psicológica, talleres y pláticas para fomentar una sana convivencia con sus hijos, con intención de que puedan recibir nuevamente a los menores resguardados.
Sin embargo, una vez que se logra la reintegración del menor con sus familiares, DIF Estatal realiza supervisiones mensuales para confirmar que los niños y adolescentes se encuentren en condiciones seguras.