En el 2014 las autoridades de Estados Unidos liberaron un excedente de agua sobre el Río Colorado, luego de intensas negociaciones entre ambos países para tenerlo, se consiguió que el lecho lo lograra en muchos años y la gente lo tomó como una fiesta, porque muchos nunca habían visto ese acontecimiento.
Incluso, autoridades de ambos países estuvieron, así como ambientalistas de varias partes del mundo, que lo consideraron muy importante, ya que era poco común que ocurriera.
La ecóloga Martha Román comentó que ése fue un evento puntual, ya que fueron 3 meses para ver cómo respondía el ecosistema.
“Hay un trabajo que se hizo para evaluar esto, los beneficios fueron muchos: Mejoró la vegetación, se registraron más especies de aves y hay tres instituciones que le han dado seguimiento a este hecho y hay cuatro sitios en donde se sigue trabajando, siguen teniendo agua”.
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LOS RESULTADOS
Asimismo, externó que esos sitios de restauración son el resultado de aquel acontecimiento del 2014, no fue un evento aislado.
Dijo que hay cuatro sitios de restauración, uno está en la colonia Miguel Alemán y ahí se evalúa la reforestación en la zona, no se ha parado de trabajar desde esa fecha.
Otro lugar es el sitio CILA, que maneja Sonoran Institute en Baja California y uno más ubicado en el ejido Guadalupe Victoria.
“Esos sitios tienen agua comprada, siguen trabajando que son parte del corredor ripario, que han sido beneficiado desde el 2014 y se han seguido manteniendo con la compra de derechos de agua”.
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UN NUEVO FLUJO PULSO
Román comentó que en la minuta 319 del Comité Internacional de Límites y Aguas (CILA) se analiza la posibilidad de otro flujo pulso, 5 años después de la primera liberación.
“Claro que hay otras minutas, pero con estos tiempos de sequía no ha habido la posibilidad de volver a gestionarlo, pero esto está asentado; en cuanto haya posibilidad de gestionar agua del ambiente, para el corredor ripario, se va a hacer”.
Precisó que la intención es que el agua recorra el lecho hasta que llegue al Delta del Río Colorado en el mar.
Además, mencionó que todo es con base en evaluaciones periódicas, porque antes del ambiente estarán las necesidades de la población y la agricultura.
“Hay que sacar adelante otras necesidades como las agrícolas, que se llevan el 60% del agua del río, también están las comerciales y las de uso industrial”.
SIGUEN EVALUACIONES
Manifestó que aunque el lecho del Río Colorado se encuentra seco, las evaluaciones siguen adelante y se verifica el estado actual del ambiente, con el fin de identificar los beneficios alcanzados y la restauración del sistema ecológico afectado por la falta de recurso ahí, represado en Estados Unidos.
Destacado: Hace 6 años se soltó agua en el lecho del Río Colorado y eso ayudó mucho al ecosistema con la flora y fauna del sitio; como resultado de ello, se analiza la posibilidad de tener otro flujo pulso
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