Diferentes sectores de la sociedad han detenido sus actividades laborales por la pandemia, siendo solo algunos los que se mantienen activos, tal es el caso de las sexoservidoras de la Zona Norte de la ciudad, la cuales continúan ofertando sus servicios no importando que el semáforo de contagios de Covid-19 continúe de color rojo en Baja California.
En un recorrido por la zona se pudo observar sobre la calle Primera y avenida Constitución, así como en el primer callejón Coahuila y calle del mismo nombre, a filas de mujeres paradas, algunas recargadas sobre las paredes de los establecimientos, todas esperando un cliente en plena continuación de la pandemia.
La gran mayoría de las sexoservidoras no utilizaban cubrebocas y otras tantas no respetaban las medidas de distancia entre ellas, no obstante, por la naturaleza de su trabajo, es imposible no estar cerca de alguien, lo que las pone en riesgo de adquirir el Covid-19 de alguno de los clientes.
Mientras muchos negocios solicitan por medio de peticiones al Ayuntamiento el poder regresar a sus labores, las sexoservidoras, bares y hoteles donde suelen laborar siguen atendiendo a los clientes.
Lo anterior ha generado descontento en otros sectores de trabajo, que han descalificado que gran parte de los negocios sigan cerrados, mientras aquellos que se dedican al esparcimiento estén operando.
Cabe señalar que las sexoservidoras pertenecen a una comunidad vulnerada, que depende en muchas ocasiones de un "padrote" que se encarga de manejar y quedarse gran parte del dinero que obtienen realizando trabajos sexuales, un hecho que también las mantiene con la necesidad de trabajar.
Por el momento, ya sea de madrugada, día, tarde o noche, se les sigue viendo en la Zona Norte en espera de un cliente.