La actividad de la quema de gavilla en el valle local ha disminuido, debido a que se vende la paja en pacas y eso ayuda a reducir esa práctica.
El presidente del Comité de Sanidad Vegetal Ricardo Martínez Parra, informó que la quema de gavilla ha bajado mucho, debido a que se ha empacado la paja residual.
Lee también: ¿Qué es la "panza blanca"? La condición que está afectando al trigo sanluisino
“En lo personal, estoy empacando la paja y la estoy incorporando al suelo, porque ya es poca, ya no me hace tanto en cuanto lo que queda”.
Agregó que es posible que vaya aproximadamente un 20 por ciento de hectáreas quemadas cuando, mucho, ya que cuando queda toda la paja, es complicado incorporarla toda a los terrenos, más en las parcelas arcillosas.
Dijo que las pacas de paja las usan para relleno del ganado (como alimento), lo muelen y lo mezclan con granos o con alfalfa y sudán, para que vaya más “bulto”.
Comentó que ya van dos años en que comenzaron a empacar la paja, pero en el 2022 se ha acentuado más.
“Cuando menos un 90 por ciento de la superficie se empacó la paja, por eso, la actividad ha descendido muy sensiblemente”.
Comentó que desconoce las cifras exactas de la cantidad de parcelas que han hecho quemas, ya que esa información la tiene el ayuntamiento, concretamente la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología.
Casi no queman
Por su parte, el productor Ramiro Gálvez, mencionó que las quemas en sus parcelas han ido a la baja, ya que es práctica común el empacar la paja, para no provocar mucha contaminación.
“Yo en lo particular, no me gusta quemar, si lo he hecho por necesidad, pero ya tengo tres años a la fecha que mando empacar la paja de trigo y lo poco que queda lo incorporo al suelo”.
Externó que este año fueron más las parcelas que fueron empacadas, algunos productores hacen lo mismo, incorporan la paja que queda después de la empacada, pero otros después de la empacada queman lo poco que queda de ella, eso sí, no es igual humo porque es mucho menos paja.
Algunos productores si quemaron la paja completa sobre todo los que tenían programado sembrar un segundo cultivo como sorgo o sudán para poder sembrar más temprano, por lo cual se ha visto una reducción considerable de quema de paja en este ciclo de trigo OI 22/22 que terminó.
Por ejemplo, en la Colonia Campillo de once parcelas que había sembradas de trigo se quemaron sólo cuatro.
Cabe señalar que el fuego en la agricultura es utilizado como técnica para la eliminación de cobertura vegetal residual de una cosecha previa, como método de control de diferentes plagas y, comúnmente, se maneja para eliminar los residuos del trigo.
El uso del fuego en el sector agropecuario representa un riesgo por los daños provocados en la calidad del aire, la pérdida de biodiversidad y empobrecimiento de los suelos de cultivo, entendemos que una quema agropecuaria mal dirigida puede terminar en un incendio forestal, por lo anterior, se trabaja para transitar a una agricultura de conservación y que cuide el medio ambiente.
