Los bebés recién nacidos y niños pequeños son propensos a regurgitar parte de la leche materna o del preparado para lactantes durante o inmediatamente después de la comida, de acuerdo a información emitida por personal del Hospital Materno Infantil, de la Secretaría de Salud.
Algunos bebés recién nacidos regurgitan sólo ocasionalmente, mientras que otros lo hacen con cada comida.
Se explicó que en la regurgitación, el contenido alimentario sube espontáneamente hacia fuera de la boca del bebé, a veces con un eructo.
La regurgitación, también llamada reflujo gastroesofágico, se produce cuando el anillo muscular situado en el extremo superior del estómago no se cierra completamente. La regurgitación disminuye a medida que el bebé crece, y generalmente desaparece antes de que el bebé llegue al año de vida.
El vómito es una descarga violenta del contenido del estómago a través de la boca. La regurgitación, que a menudo se observa en niños menores de 1 año, es una ligera salida del contenido del estómago, a menudo acompañada de eructos aireados.
RECOMENDACIONES
1- Alimentar al bebé antes de que muestre señales de estar muy hambriento.
2- Si está tomando formula láctea dar pequeñas cantidades, sobre alimentarlo puede generar vómito o regurgitaciones.
3- El bebé debe estar tranquilo y sereno al momento de ingerir alimentos.
4- Evitar los pañales muy agustados, pues pueden hacer presión en el abdomen.
5- Hacer eructar al bebé luego de terminar de comer para que salga el aire acumulado en el vientre.
PRIMEROS AUXILIOS:
Una vez finalizado el ataque, levante al bebé verticalmente y manténgalo en esta posición durante al menos media hora. Si los vómitos no se repiten, puede acostar al bebé de lado.
ACOSTAR AL BEBÉ DE LADO
Retire el vómito de las cosas y del cuerpo, lave la cara del bebé, ya que los olores restantes pueden causar un segundo ataque;
Cree condiciones en las que nada moleste al niño: elimine los ruidos extraños, la luz demasiado brillante, etc .
Para evitar la deshidratación del cuerpo, se recomienda regar al bebé con pequeñas porciones de agua a intervalos de 5 a 10 minutos (no más de una cucharadita para un recién nacido).
No se recomienda darle agua al bebé para beber; esto puede provocar el próximo ataque de vómitos.
¡Importante! El agua se administra solo en gotas con una pipeta o en pequeñas porciones con una cucharadita con un descanso de 5 minutos después de cada una.