La cuaresma es la época del año en la que se incrementa el consumo de pescados y mariscos, por lo tanto, es importante tener en cuenta las recomendaciones para su selección y adecuada preparación, con el fin de prevenir enfermedades.
La Secretaría de Salud recomienda consumir pescados y mariscos de dos a tres veces por semana, ya que tienen un gran valor nutricional, son ricos y fáciles de preparar, así que no solo se deben comer durante el periodo vacacional, sino agregarlos a la alimentación diaria.
Al comprar productos del mar, se debe revisar que el pescado esté fresco, que tenga ojos y piel brillante, escamas bien adheridas, y, sobre todo, que no tenga mal olor.
Cuando se trate de ostiones, moluscos y mejillones, se deben escoger aquellos que tengan la concha bien cerrada, sin embargo, si prefiere comprar el marisco congelado, evite descongelarlo a temperatura ambiente, pues al hacerlo, se pueden desarrollar bacterias.
Se deben comprar productos que se encuentren en cama de hielo, o en refrigeración a una temperatura menor o igual a 4ºC, rechazar si están expuestos a temperatura ambiente, separar alimentos crudos de los cocidos, usar agua y materias primas seguras.