El SAT estatal goza de superpoderes que solo traerán incertidumbre jurídica y solo ejercerá presión con los contribuyentes cumplidos, así como a quienes les resulten incómodos para el régimen, aseveró el abogado fiscalista, Adolfo Solís Farías.
La noche del pasado viernes, el congreso local aprobó la creación del Servicio de Administración Tributaria de Baja California (SAT BC), con lo que espera aumentar su recaudación al cobrar impuestos federales, estatales y municipales, así como los que tienen que ver en materia aduanera.
“Nosotros podemos tener en el SAT, en lugar de funcionarios que nos cuiden, verdaderos verdugos, y creo que eso tiene que ser materia de serias reflexiones”.
Solís Farías explicó que el SAT estatal es un reflejo o un espejo del SAT federal, a diferencia de lo que hoy existe en Baja California, se va a dotar a este órgano de amplias facultades, para poder tener el control de la información de un contribuyente.
El abogado fiscalista observó que lo importante de esto es que no solo ejercerá facultades estatales y federales, sino inclusive facultades municipales, esto es un súper poder.
“Con esta atribución, lo que se va a hacer es fortalecer la institución y se va a poner a un SAT local con superpoderes, ¿esto beneficia o perjudica a la sociedad?
“Esto genera incertidumbre jurídica, porque la presión, los excesos y abusos que hemos vivido los últimos dos años, son una clara expresión de que se puede generar un estado de incertidumbre jurídica, el SAT estatal lo que va a traer es más presión para los que cumplen”.
Es decir, ejercerá más presión sobre aquellos que van al corriente de sus obligaciones, y lamentablemente no hará presión sobre los informales, ni contra los que no están cautivos, ni contra los que no pagan.
“Lo que sí es cierto es que esos superpoderes, le van a permitir a aquel que goce esa atribución, poder ejercer presión a aquellos quien quiera, a cualquier adversario, cualquier político, a cualquier periodista, a cualquier profesionista, o a cualquiera que le resulte incómodo.
“Los superpoderes le van a permitir ejercer acciones de alta presión a esas personas, me parece que la sociedad no gana, me parece que hacer un cambio de nomenclatura, cuando estamos terminando un periodo de gobierno, no es la mejor decisión”.