Tijuana.- En caso de buscar la renta o la compra de una propiedad en Tijuana, el interesado es probable que se encuentre con precios por arriba de sus posibilidades económicas.
“Se renta departamento de dos recamaras, sala, comedor, cocina, un baño, estacionamiento, no mascotas. El costo de la renta es de 800 dólares”, se lee en la publicación sobre el arrendamiento de un departamento en la sección El Dorado, en Playas de Tijuana.
Al tipo de cambio de 17.00 pesos por dólar, ese departamento se ofrece en 13 mil 600 pesos, cuando el ingreso promedio en Tijuana, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), ronda los 15 mil 439 pesos, para trabajadores del sector formal, en un rango de edad entre los 30 y 64 años.
EL MERCADO ES INSOSTENIBLE
Una de las referencias en la renta y venta de inmuebles, es el sitio propiedades.com, que calcula un costo promedio en Tijuana, para el valor de los arrendamientos, en 18 mil 910 pesos. No obstante, ese costo sigue siendo inferior a los dos mil 272 dólares (38 mil 624) promedio que deben desembolsar los residentes de San Diego, según la referencia del sitio Apartments.com.
El expresidente del Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios, Gustavo Chacón Aubanel, señaló que la mayoría de los clientes que buscan adquirir o rentar una vivienda, son residentes del Sur de California, sin embargo, en su opinión el mercado actual con un elevado costo de los inmuebles deberá detenerse.
“Los precios van a tener que detenerse, de seguir aumentando, porque sinceramente dentro de Tijuana no tenemos capacidad para estar reestructurando toda la ciudad, sistemas de drenaje, vialidades, como debe de ser. Se va a tener que llegar un punto en que se deben detener los incrementos tan fuertes que ha habido”, agregó.
ACCEDE A NUESTRA EDICIÓN DIGITAL ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!
Según el especialista, ese tipo de publicaciones como la renta de un departamento en Playas de Tijuana, con pocas amenidades, con una estructura obsoleta, pero que se ofrece a un valor elevado, ha hecho que se genere un tipo de mercado artificial, que en la realidad no existe.
“Cómo está publicada en ese valor, muchos la toman como referencia y eso causa un valor flotante o un valor estimado, pero no real. El real se ve cuando se saca el avalúo y el perito experto en la materia ya determina que no lo da. Hay una disparidad, diferencia entre una cosa y la otra”, expresó.
Tan solo en el primer semestre de 2023, el índice de precios de vivienda de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), puso a Tijuana como la novena ciudad del país con el mayor alza en el valor de la vivienda, con una variación anual de 15%. Esa estadística es encabezada por La Paz y Los Cabos, con 18.3 y 17.7%, respectivamente.
“En las construcciones nuevas, quieren que todo se construya en el interior de la ciudad, pero los terrenos no son baratos, el precio de la tierra es más caro, más el costo del proyecto, mano de obra, logística para llevar a cabo esa obra, además al estar al lado de uno de los estados más ricos, la mayoría de clientela viene de allá”, puntualizó Chacón Aubanel.
TIJUANA, UNA CIUDAD DORMITORIO
Para el arquitecto y exalcalde de Tijuana, Héctor Osuna Jaime, el tema de la vivienda se ha convertido en un problema serio para la ciudad, pero lo mismo sucede en San Diego, donde se ha visto un incremento en el número de personas sin hogar.
“Se volvió muy caro San Diego y quien está solucionando el tema a San Diego, es Tijuana. Eso nos afecta a nosotros porque nos hace la vivienda más cara. Nosotros estamos acostumbrados a decir que hay muchos tijuaneneses que trabajan al otro lado, pero resulta que hay muchos sandieguinos que duermen en Tijuana porque es más barato”, expresó.
Consideró que los gobiernos de San Diego y Tijuana tendrían que crear estrategias conjuntas, que vean como tema principal, el problema de la vivienda en ambas urbes.
“Le podemos decir a San Diego, porque tienes un problema de vivienda, aquí nos está afectando y hasta tenemos drenaje en exceso, podemos hablar de muchas cosas y tenemos que resolverlo entre los dos”, manifestó Osuna Jaime.