En el caso de las medidas adicionales firmadas por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), el Gobierno de México no defendió el agua del Río Colorado, manifestó el empresario y ex jefe del Distrito de Riego 014 de la Comisión Nacional del Agua, Marco Aurelio Gámez Servín.
La CILA informó que ha firmado el acta 330 en la que se establece el recorte o “conservación” de 493.396 mm3 de agua, para elevar los niveles del lago Mead, que hasta el 18 de abril se encontraba en 1 mil 073.78 pies sobre el nivel del mar (psnm), por debajo de los 1 mil 075 (psnm) que es el nivel mínimo para iniciar con los recortes.
Gámez Servín comentó que los recortes no es nada nuevo, ya que estos se pensaban implementar desde el año 2014, sin embargo, pese a todo lo que se diga, durante la gestión del entonces presidente Enrique Peña Nieto, nunca se aplicaron los recortes porque se defendió bien el agua para México.
En este caso, el gobierno de México no defendió su agua, ya que se podían haber tomado otras alternativas para evitar este recorte, que tan solo este año podría llegar a los 263 Mm3, que equivale a casi el consumo de agua de un año de las ciudades de Mexicali y Tijuana juntas.
En su experiencia esa agua nunca va regresar, ya que durante el terremoto del 2010, se pidió al gobierno de Estados Unidos guardara 450 Mm3 de agua, debido a que estaba destruido el canal Reforma.
Cuando se pidieron de vuelta 150 Mm3, Estados Unidos los regresó por el Río Colorado en forma del flujo pulso para recargar los mantos acuíferos, explicó el empresario.
Posteriormente, se solicitaron de vuelta otros 150 Mm3, pero Estados Unidos se negó, y los entregó en dinero a la CILA, cuando en Mexicali estaba al frente Francisco Bernal, y eran para obras de infraestructura hídrica, pero estas nunca se terminaron, por lo que el monto tuvo un destino incierto.
Pero cuando se solicitaron los restantes 150 Mm3, simplemente le dijeron que se habían evaporado, es decir, se habían perdido por evaporación.
Gámez Servín señaló que los agricultores del Valle de Mexicali la van a pasar muy mal, ya que los recortes será del agua para uso agrícola, es decir, a las ciudades no se les recortará una sola gota, por lo que se puede anticipar que podría generar conflictos por el agua.