El cruzar de manera ilegal hacia Estados Unidos a través del desierto de Yuha, es particularmente peligroso por el terreno inhóspito y las altas temperaturas que se manifiestan en el desierto de California, explicó el jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Centro, California, Gregory K. Bovino.
Advirtió a la población y migrantes, a no adentrarse a esta zona a los que buscan el sueño americano.
Personal de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), realizó un operativo en la frontera en el que se simuló la caminata que hacen los migrantes en los alrededores de “El Centinela”, exactamente en la carretera 98 en la salida 6, en el poniente de Calexico, la cual inició al lado del cerco fronterizo y unos 3.5 kilómetros hacia el norte, donde LA VOZ DE LA FRONTERA estuvo presente.
Esta es una de las muchas rutas que pueden utilizar los “coyotes” que buscan cruzar personas desde México y hacia Estados Unidos, lo cual es considerado como tráfico de personas.
El trato que se le dio a la prensa fue similar al que los “polleros” le dan a los migrantes, de tal manera en que se pidió no hablar por ningún motivo, no hacer preguntas durante la caminata y apurarse, ya que de lo contrario, serían dejados atrás.
El agente Andrés Nevarez, del equipo de rescate Borstar de la patrulla fronteriza, fue quien actuó como "coyote". Él cuenta con la condición física para poder liderar a un grupo de personas al interior del desierto, sin embargo, esto no es común en aquellas personas que buscan hacer una vida nueva en Estados Unidos.
Esa mañana el termómetro rondaba los 44 grados centígrados; 112 grados en farenheit, en donde se simuló ante la prensa los diversos inconvenientes de la travesía de caminar a unos cuantos kilómetros del cerro "El Centinela".
“Apurále” “Nadie habla más que yo” fueron algunas de las frases que expresó Nevarez, quien lideró una comitiva de una treintena de personas, entre estos periodistas, representantes del Consulado de México, de El Salvador, Guatemala y Perú, entre otros funcionarios y agentes fronterizos.
El camino inició a unos cuantos metros del imponente cerco de 9.14 metros de altura que divide el poniente de Mexicali con la ciudad de Calexico. En el trayecto, se observaron botellas de suero y de agua tiradas en el suelo, probablemente utilizadas por algún migrante, así como suelas de zapatos desechas por tanto caminar.
Los reporteros “migrantes” iban preparados para la travesía con sus propias bebidas y además un galón de agua que fue proporcionado por la Patrulla Fronteriza, no obstante cabe señalar que los verdaderos migrantes, cuando intentar cruzar entre ambos países, llevan horas, días o meses caminando sin haber ingerido líquidos y sin comer, lo cual hace más riesgoso su trayecto, pero lo hacen con el fin de ingresar a territorio americano.
En el trayecto, hubo zonas con el suelo árido, otras rocosas y unas más con superficie arenosa, como la del mar.
Aproximadamente cada 25 minutos se realizó un descanso de la caminata. “Descanse y si tiene sed, tome agua; si no tiene sed, también tome agua” eran las recomendaciones de quien personificó a un supuesto coyote.
DESCANSAR EN LA ARENA, LO PEOR
En cierto momento de la caminata, el “pollero” simuló haber visto una unidad de la Patrulla Fronteriza, por lo que advirtió a los caminantes a esconderse detrás de un arbusto desértico estando de rodillas. Cabe mencionar que estar por mucho tiempo cerca de la arena genera que incremente aún más la temperatura de la persona, ya que durante el día, por los rayos del sol, esta se mantiene más caliente. Caminar y avanzar era mejor que sentarse en el suelo desértico.
En otro momento, al caminar por un área donde suele transitar la patrulla fronteriza, el coyote determinó que primero dos personas atravesaran dicho camino arenoso y a todos los demás que iba detrás de ellos, a caminar exactamente por encima de sus huellas. Al finalizar, con una planta desértica borró las huellas, con la finalidad de despistar a los agentes fronterizos.
El agente Nevarez recalcó que cuando alguien ya no puede seguir por mantenerse en un estado de agotamiento, deshidratación o por heridas o lesiones, los verdaderos polleros lo único que hacen es dejar a esa persona atrás, ya que su único interés es el dinero que recaban por traficar personas.
Unos minutos antes de finalizar el recorrido que duró alrededor de una hora, el “coyote” advirtió a los asistentes que si querían llegar a su destino, se apuraran, ya que de lo contrario, serían dejados por la “van” que los esperaba.
“Si tiene familiares en Estados Unidos y quiere llegar con ellos, apúrense; si no, quédese ahí”, expresó el “coyote”.
Lo que oficializó el término del recorrido, fue la llegada a un punto de auxilio en el que al presionar un botón rojo, se canaliza a personal de la patrulla fronteriza para atender a los que lo presionaron.
“Si necesita ayuda oprime el botón rojo. Elementos de rescate llegarán pronto. Quédese aquí”, indica la leyenda en español y en inglés.
Posterior a ello, los agentes realizaron un procedimiento de hidratación por la vía intravenosa a una de las participantes en el operativo.
AL MENOS 5 MIL DÓLARES COBRAN LOS POLLEROS
El jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Centro, refirió que tras las entrevistas que han hecho a las personas rescatadas, han identificado que los polleros cobran alrededor de 5 mil dólares por persona ante la promesa de ayudarlos a cruzar, sin embargo, esto no siempre lo cumplen.
Dijo que en general los costos varían, dependiendo si se trata de alguien que viene desde otro continente o alguien que solo cruza desde México, llegando incluso a un monto de 10 mil dólares.
Los que sufren de alguna herida en el camino son dejados atrás por los que trafican personas y que los que no pueden continuar por el cansancio son abandonados por el pollero, por lo que es imposible que alguien que desconozca el área pueda terminar su travesía de ingresar a Estados Unidos.
LAS CIFRAS
Gregory K. Bovino señaló que las detenciones por cruzar de manera ilegal han incrementado, no obstante, a partir de la realización de eventos como este en el que se informa sobre los inconvenientes de adentrarse en el desierto, aseguró que han disminuido las muertes.
Antes de que se realizaran este tipo de ejercicios, se tenía un promedio de 3.5 muertes al mes en el sector El Centro de la Patrulla Fronteriza, lo cual ha disminuido a un promedio de 1.8 muertes.
Respecto a los operativos de rescate, dijo que en el último año fiscal actual y hasta la fecha se han realizado 195 rescates, cuando el año pasado en el mismo periodo se habían realizado 165.
Aclaró que estos 195 rescates no representan personas, sino que en general son eventos en el que se pudo rescatar una persona, o bien, grupos de migrantes que buscaban ingresar al territorio estadounidense.
LAS ZONAS MÁS ACTIVAS
Aunque no precisó datos, Gregory Bovino confirmó que las zonas más activas donde hay un mayor movimiento de intentos de cruce, son los pequeños tramos donde no hay cerco fronterizo, como lo es en la zona de las montañas. También mencionó que los que se dedican a traficar drogas y personas utilizan tecnología, entre estos drones, para hacer reconocimiento del área.
UNA EXPERIENCIA INHUMANA
José Luis Chávez, cónsul general de Perú en Los Ángeles, quien participó en la travesía en la que se simuló de manera breve el trayecto por el que pasan los migrantes, reconoció que la experiencia de caminar por el desierto fue muy compleja, pese a que se hizo bajo un ambiente controlado.
El funcionario calificó el calor que se manifiesta en esta zona como inhumano. En su país, dijo que existen algunos desiertos, pero no mantienen las temperaturas extremas de por encima de los 44 grados centígrados.
“Le recomendaría (a quien lo intente) que lo piense una y mil veces antes de cruzar y que sepan que realmente están atentando contra su propia vida, a veces también de sus familiares, cuando vienen acompañados con alguno de ellos”.
Sin precisar cifras, Chávez manifestó que durante los primeros meses de este año se ha reflejado un incremento en personas de aquel país que buscan ingresar a Estados Unidos de manera irregular, sin embargo, en el último mes ha disminuido, lo cual podría ser a consecuencia de las altas temperaturas de esta zona.
“Esto no es una caminata corta, solo se podría hacer estando guiados, con agua, bebidas, pero incluso así, la experiencia ha sido bastante dura”, expresó el funcionario.