Si hay algo que distingue a Mexicali además de su calor, es la cerveza, espumante y fría bebida que ha estado presente desde los primeros años de vida de esta ciudad hasta en los tiempos actuales donde incluso se prepara en bodegas caseras.
Pero, remontémonos a aquella época de 1964 cuando la zona centro concentraba las actividades económicas y turísticas de quienes aquí vivían, en su mayoría llegados de otras tierras atraídos por una ciudad con tintes industriales y un campo fértil.
Situémonos específicamente en el 103 de la avenida Juárez, ahí, entre las Tradicionales Flautas y La Nacional ha permanecido por más de 72 años la que presume ser la cantina más antigua de Mexicali, El Campesino.
Al entrar, una larga barra de madera invita a tomar asiento, es la misma que en 1964 reunía cada tarde a decenas de trabajadores del campo que tras terminar su jornada llegaban hasta ahí en sus camiones cargados para cerrar el día con una helada cerveza.
Uno de ellos era Manuel Corral Pedroza, un chihuahuense que llegó a Mexicali a la colonia Progreso siendo niño para convertirse en agricultor y posteriormente en propietario de El Campesino, cantina que frecuentaba y en la que reinaba un ambiente de camaradería.
Su historia es contada ahora a través de su hijo, Marco Antonio Corral, quien decidió mantener vivo el negocio que desde hace más de 72 años ha permanecido en el mismo sitio como un testigo silencioso de la evolución del centro. Hace 72 años en El Campesino se servían cervezas en caguama por 6 pesos o una media por 3 pesos, un tequila blanco costaba 2 pesos y los brandis 5.
Además de los agricultores del valle de Mexicali ahí llegaban también los clientes que provenían del otro lado de la frontera cuando un dólar equivalía a 7 pesos mexicanos.
Nuevas generaciones
Hace seis años un fuerte incendio devoró varios locales de la avenida Juárez, uno de ellos fue El Campesino, siniestro que obligó a cerrar el negocio por seis meses, lapso que sirvió como parteaguas para renovarse y captar a las nuevas generaciones.
Tras la barra en un sitio especial, se mantiene una fotografía de don Manuel Corral y a su lado un retrato blanco y negro que data de 1916 donde, según una descripción escrita en la parte de atrás, se ve a un grupo de químicos alemanes que viajaron a esta ciudad para laborar en la Cervecería de Mexicali, ambas como un claro ejemplo de que quienes han pisado esta tierra han escrito una parte de su historia a 115 años de haber nacido.