Tijuana.- Cuando Andrea García López ve que la población no acata las medidas sanitarias para frenar la propagación del Covid-19, inmediatamente experimenta sensaciones de frustración y enojo.

Y no es para menos, porque aún con más de 50 mil muertos en México, todavía hay un grupo de personas en el país que no cree que exista el Covid-19.

Por eso la joven egresada de la Universidad Xochicalco, decidió platicar su historia a los lectores de El Sol de Tijuana, con el único fin de mostrar que el Covid-19 es una realidad, que ella mismo enfrentó en carne propia.

LA PRIMERA PRUEBA

Tras regresar de sus vacaciones, Andrea se reincorporó al servicio social que realizaba en el Hospital General de Tijuana, en una etapa en que en el nosocomio ya eran atendidos pacientes con Covid-19.

Luego de varios días de intenso trabajo, se tomó un descanso, y fue justo cuando se enteró que una de sus compañeras y su jefe, habían dado positivos en la prueba de Covid-19. En ese momento llegó la primera alerta.

“Me asusté, pensé que ojalá no me haya contagiado, porque estuvimos en contacto. A días de recibir la noticia me dí cuenta que había perdido el olfato. Me hice la prueba en un laboratorio, después de dos días me dio positivo y ahí empezó todo”, confiesa.

Por aquella primera semana de abril, Andrea tuvo que confinarse en su recámara, alejada del contacto con el mundo exterior. Eran tales las medidas de aislamiento, que sus padres tenían que dejarle la comida en una bandeja afuera de su recámara y luego desinfectar los platos que ella había utilizado, como medida de prevención.

En los 15 días iniciales de su confinamiento padeció principalmente la pérdida del olfato, y algunos días dolor de cabeza, para lo cual tomaba ibuprofeno. Tras dos semanas en aislamiento se hizo la prueba PCR, pero esta salió positiva. En total fueron 21 días hasta que su test salió negativo.

¿La prueba sale negativa y cómo te vas a reincorporando a tu rutina?

Fue muy difícil reincorporarse a la vida cotidiana porque tenía mucho miedo de volverme a contagiar y salir positiva. De tocar algo, que alguien tosiera cerca de mí, yo estaba pendiente de cualquier cosita. Llegó un momento en que fue excesivo, poco a poquito lo fui manejando, pero fue poco complicado perder el miedo.

SEGUNDA PRUEBA

Luego de la dura experiencia que le tocó vivir, Andrea planeaba regresar a la vida normal que tenía antes del Covid-19, pero le esperaba otro reto, que sería incluso más complicado que el primero.

“Después del mes de que había salido negativa de la prueba, volvió a salir positiva otra vez. Empecé a sentir mucho dolor de cuerpo, se me hacía raro y no quería pensar que pudiera ser, pero la prueba había vuelto a salir positiva”, relató.

¿Cómo viviste esta nueva etapa?

Coincidió con una infección en las vías urinarias.Tenía dolor de cuerpo y a los días siguientes empecé con dolor fuerte y dolor de cabeza. No creían los médicos que pudiera volver a ser, pero nadie me quitaba la espinita.

Me hicieron la prueba una tercera vez, salí positivo y me quedé una semana más y trabajé desde ahí. Todo mundo se sacó de onda. Un mes antes me saqué los anticuerpos y habían salido positivos, después de tener fiebre me los volví a hacer y ahora estaban negativos.

¿Qué explicación dio el inmunólogo de este posible nuevo contagio?

Con los anticuerpos es difícil que se puedan contagiar, pero mi situación que fue un poco extraña. Me comenta el médico que siempre lo tuve, pero no había generado los anticuerpos suficientes para poder atacar al virus. Digamos que se llegó a dormir al virus. Con la infección de las vías urinarias, el virus se activó una vez más, pero ahí seguía. No quiere decir que me haya vuelto a contagiar, el virus estuvo ahí, aprovechaba otra infección que me dio y se reactivaba.

¿Por qué salían las pruebas negativas, si el virus seguía ahí en tu cuerpo?

Está todavía en proceso de ver qué es lo qué pasó, aún no está aclarado. En este caso me tengo que cuidar más que cualquier persona, Aún sigo en investigación para que no me vuelva a dar y debo seguir con las medidas de precaución. Ha sido bastante complicado mi camino con el coronavirus. Hay gente que todavía no se lo explica. Como tal es que no me volví a contagiar, sino que se reactivó el virus.

¿Después de varias semanas de enfrentar todo esto, ahora cómo te encuentras?

Yo todavía sigo batallando porque me salieron mis triglicéridos y colesterol elevados, que nunca en la vida, porque tengo buena alimentación y es un efecto posterior a la enfermedad. Yo antes de hablar con el inmunólogo no le daba explicación a nada, no sabía qué estaba pasando.

¿Cuántas pruebas te has hecho en todo este tiempo?

Siete.

¿Después de todo lo que has vivido, cómo te sientes al ver a la gente que aún no cree que exista este virus?

Ver a la gente caminando sin cubrebocas, no está padre, pero creo que se debe crear más conciencia. Me siento entre cansada y triste, también con las ganas de seguir apoyando y dar mi experiencia, espero que la gente no tenga que ver un familiar cercano enfermo, que sepan antes que sí existe el virus.

NUEVA NORMALIDAD

De forma paulatina Andrea ha recuperado algo de su vida normal. Ya come con sus padres en la misma mesa, visita a sus sobrinos pequeños, aunque procura guardar la sana distancia, como medida de precaución. Su organismo finalmente está libre del Covid-19, pero sabe que nunca hay que bajar la guardia.