Como parte de un acuerdo que hizo el Ayuntamiento de Mexicali con altos directivos de la empresa PASA, la cual se encarga de la disposición final de la basura doméstica de la ciudad, se les otorgó un plazo de 15 días para solventar las irregularidades que ha incurrido, entre estas el retirar el exceso de acumulamiento de basura, sin embargo, la alcaldesa reconoció que duda que lo cumplan.
Norma Bustamante Martínez, presidenta municipal de Mexicali, manifestó que muchas de las condiciones en las que deberían otorgar sus servicios, no los cumplen, siendo el exceso de la basura lo más grave, lo cual afectó a los pepenadores y que eso generó que protestaron hace unos días.
En dicho acuerdo se estableció con Juan Torres, quien proviene de la sede de esa empresa en Hermosillo, Sonora.
Bustamante dijo haber solicitado el apoyo de la autoridad estatal que se hiciera una especie de auditoría al Centro de Transferencia, ya que la Dirección de Protección al Ambiente del Ayuntamiento no tiene la capacidad de hacerlo.
“Nos entregaron un previo, pero ya el detalle nos lo van a entregar los próximos días”, afirmó.
Desde que el Ayuntamiento otorgó la concesión a esa empresa, los diferentes gobiernos han intentado que cumpla con mejores condiciones para los pepenadores, pero no se ha logrado.
“Lo que yo no puedo hacer es ser omisa y decir que no pasa nada. Vamos a darle hasta donde tope, por lo pronto no hemos pagado la gran deuda, (de) 65 millones (de la deuda original) más intereses, son 229 millones de pesos; parece un juego de fuerzas, y el ayuntamiento está dando la batalla desde el punto de vista legal”, comentó.
“No hemos pagado (la deuda histórica), a pesar de que PASA ya nos invalidó una cuenta, no hemos pagado. También fue un tema que vimos el día de ayer (el martes). Y les dije, no es porque no queramos pagar. Nosotros pagamos 8 millones y medio por esta transferencia de la basura, pero cómo vamos a pagar esa deuda con eso y lo entendieron de alguna manera”, agregó.
CONDICIONES INFRAHUMANAS
Para Bustamante, los pepenadores trabajan en condiciones infrahumanas en el centro de transferencia, por lo que el Ayuntamiento les otorga agua y suero.
“Lo cerraron (el centro de transferencia) el otro día por un rato, pero nada más fue para llamar la atención. Pero ellos no quieren perjudicar. Yo mi voto es por los trabajadores que están ahí en condiciones infrahumanas y no lo cierran por no hacerle daño a Mexicali”, lamentó Bustamante.
