Basta con detenerse unos minutos en la garita peatonal para observar a un constante flujo de personas regresando a Mexicali con una característica venda adhesiva azul en el brazo.
Este fenómeno, cada vez más visible, responde a la creciente práctica de la donación de plasma como una opción para obtener ingresos extras.
Los centros de donación, ubicados en Estados Unidos, se han convertido en un recurso económico para cientos de mexicalenses que cruzan diariamente la frontera, ya sea para cubrir gastos imprevistos o para completar ahorros para proyectos personales.
José Arámbula, quien lleva tres meses acudiendo regularmente a estos centros, explica: "A mí me invitaron unos conocidos y, pues, ahorita estoy completando para un carro", compartió el joven, quien ve en la donación una forma de alcanzar su objetivo.
Las remuneraciones por cada donación inicial varían entre los 70 dólares las primeras cuatro veces.
Después, el pago disminuye a 60 y finalmente a 40 dólares si se acude dos veces por semana. Las personas pueden donar plasma cada dos días, lo que convierte esta práctica en una fuente constante de ingresos para aquellos que lo necesitan.