No todos tienen garantizado el sustento, por lo que algunos deben de salir de sus hogares para poder comer, así lo expresó el señor Rubén Alcaraz Cortés, quien se dedica a la venta de tejuino.
El hombre refirió que de sus 63 años de edad, lleva 50 años dedicándose a la venta de esta bebida que es muy popular en esta ciudad cálida en los alrededores del Río Nuevo, mientras que en la temporada de invierno cambia el giro a la venta de champurrado y tamales.
Vistiendo un sombrero para protegerse del sol y un cubrebocas, Don Rubén comentó que desde que llegó la pandemia del Covid-19 ha disminuido considerablemente la venta por haber menos personas en las calles.
Del total de lo que vende, puede quedarse con el 30%, siendo este el sueldo que le da su patrón de manera diaria, quien es el dueño de esta carreta y de muchas más que se instalan a lo largo de la ciudad.
Cuando no hay venta, pues no hay moneda y cuando no hay venta, pues no hay billetes, nos la rifamos
Desde antes de la llegada del Coronavirus a Mexicali aseguró que ya manejaba buenas medidas de higiene, dado que esta es una cualidad que le permite mantener su clientela.
Desde las 8 de la mañana llega al lugar donde se resguardan las carretas para empezar con la limpieza de la misma y de todas las herramientas que necesita.
En este jale tengo 50 años y tengo que venir más limpio y lo mejor que se puede, la gente si ve a un mugroso, un cochino, no se arrima, se le va y no vuelve
Mostrando sus uñas visiblemente cortas y limpias, el comerciante afirmó que no le da miedo la enfermedad del Covid-19, no obstante dijo que no le desea a nadie que se enferme o incluso muera por ese padecimiento, por lo que reiteró que solo hay que cuidarse mucho y mantener la sana distancia con la nueva normalidad.