En compañía de sus hijos, nietos y biznietos, Martín Prieto López celebró sus 100 años de vida, en la que el trabajo y la buena alimentación han sido clave para llegar a su primer siglo de vida.
Un 8 de mayo pero de 1923, nació Martín en el estado de Aguascalientes, sin embargo, ávido de aventuras, con tan solo 15 años de edad decidió dejar la seguridad económica que le brindaba el rancho de su familia, y en compañía de unos primos decidió emigrar a esta frontera.
Así fue que en el año de 1938, llegó Martín a la naciente ciudad de Mexicali, que a pesar de su aridez y altas temperaturas, fue de su agrado, ya que en ese entonces había mucho trabajo.
Así fue que a su corta edad empezó a trabajar en una empresa siderúrgica ubicada entonces en la colonia Carbajal, lugar que hasta estos días sigue siendo su hogar.
Martín llegó a ser tan habilidoso en su trabajo que llegó a ser el encargado de supervisar la temperatura ideal en la que se fundían los metales para entonces fabricar la varilla que forman parte del esqueleto de muchos de los edificios que existen hoy en día.
Y aunque el calor dentro de las instalaciones, sumado a las altas temperaturas de los veranos mexicalenses, ¿cómo aguantaba el estar en ese trabajo? “ya ves”, responde al tiempo que expresa una pícara sonrisa.
Ya bien establecido, en el año de 1952 contrae nupcias con Delia López, que provenía de Guamúchil, Sinaloa, y qué falleció hace 13 años.
Con Delia procreó 7 hijos; Marisela, Arturo, Martín (q.e.p.d.), Ana Lilia, Fernando, Alma Delia y Verónica, además cuenta con 12 nietos y 9 biznietos.
Tiempo después Martín ingresó al sindicalismo como dirigente de la CROC, además de trabajar con el ex alcalde Víctor Hermosillo, ahora cuenta con sus propios negocios.
Ha sido una vida dura pero llena de satisfacciones, llegar a los 100 años no es fácil, por lo que sus hijos, nietos y biznietos lo celebran, además de ser uno de los forjadores de la ciudad que le abrió los brazos hace 85 años.