Detrás del mostrador en el que ha estado durante 28 años, don Jaime Robles, zacatecano de nacimiento pero mexicalense de corazón, ha visto en primera fila la evolución de la garita centro y hoy la nostalgia lo invade al tener que reubicarse dadas las obras de construcción del nuevo cruce.
El propietario de la “Dulcería Garita”, ubicada a la mitad del túnel que conduce al cruce peatonal de Mexicali hacia Calexico observa desde hace días la forma en que los negocios vecinos se retiran por orden del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).
Él esperará hasta ser notificado oficialmente y mientras eso ocurre seguirá atendiendo el negocio que durante 28 años le permitió sostener a su familia, enviar a sus dos hijos a la Universidad y hacer un sinfín de amigos entre los peatones que a diario cruzan la frontera.
Llevo aquí 28 años y sí lo invade a uno la nostalgia, aquí vi crecer niños, señoritas que ya son madres y hasta abuelas y que todavía me dan su amistad
Don Jaime Robles, dueño de “Dulcería Garita”
“Nos dicen que nos van a poner arriba, a mí no me han avisado nada, llevo aquí 28 años y sí lo invade a uno la nostalgia, aquí vi crecer niños, señoritas que ya son madres y hasta abuelas y que todavía me dan su amistad”.
Don Jaime llegó al túnel en 1990 para vender dulces y otras botanas en una pequeña caja de cartón, teniendo como clientes a los peatones que acudían a realizar un trámite ante la Aduana de Estados Unidos.
“Aquí daban la Forma 13, era ambulante con mi cajita y barría y limpiaba todo el lugar para que estuviera limpio, por eso me dieron preferencia cuando ofrecieron en renta estos locales; aquí la gente duraba días tramitando papeles, me dijeron ponle más cosas a tu negocio”.
El comerciante de la tercera edad ha operado su negocio de forma ininterrumpida durante 28 años las 24 horas del día y hoy espera la orden oficial de desalojar ante el inicio de operaciones de una nueva garita entre Mexicali y Calexico.
Don Jaime es el comerciante del túnel más conocido, su amabilidad y la amplia variedad de productos de su local, desde dulces hasta diarios locales y revistas nacionales, lo han mantenido en el gusto de los consumidores fronterizos durante lo que considera toda una vida.