Con el cambio de semáforo epidemiológico a naranja en Baja California, el sector restaurantero de Mexicali reconoció que esta medida les hará contar con menos ingresos, sin embargo, este gremio dijo estar favor de acatar lo que determinen las autoridades con el fin de evitar un cierre total en actividades comerciales.
Raúl Vásquez Krauss, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados en Mexicali (Canirac) informó que las autoridades desde el pasado lunes les notificaron sobre la determinación en el cambio de semáforo, de tal manera en que en lugar de laborar en una capacidad del 75%, se disminuye el aforo permitido al interior de establecimientos comerciales al 50 por ciento.
El cambio sí golpea al sector, admitió, toda vez que tenían una buena racha por el consumo que se registró durante el pasado diciembre y los primeros días de enero, no obstante, recalcó que están dispuestos a cumplir los lineamientos que establezcan las autoridades para prevenir contagios de Covid-19.
En general, dijo que pondrán su granito de arena para evitar la suspensión total de actividades, como ocurrió en marzo de 2020 cuando inició la crisis sanitaria.
“Sí nos pega en lo económico a los restaurantes, pero también entendemos el mensaje de la gobernadora y lo estamos viviendo, mucha gente está siendo contagiada”.
Lo que busca este gremio es evitar despedir a las personas, derivado de una disminución en sus ingresos, ya que al inicio de la pandemia así sucedió a nivel nacional y en todos los sectores económicos.
“Tenemos que buscar la manera de cómo sobrevivir este 50% (de aforo) y sobrevivir a los contagios”.
Vásquez Krauss hizo el llamado a la población a denunciar aquellos establecimientos que no cumplan con los lineamientos de salud, ya que esto podría afectar a todo el sector.
Algunas de las medidas que utilizan para prevenir contagios, dijo que es fomentar el constante lavado de manos, proporcionar gel a los trabajadores y comensales, revisar la temperatura e incluso algunos establecimientos ya cuentan con el aparato que mide el dióxido de carbono, mientras que otros están a punto de que les llegue por paquetería.
Este nuevo aparato es una exigencia que determinó la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios a partir de este año, lo cual es un requisito para todos los espacios cerrados, puntualizó.