Comentó que la comunicación antiinmigrante no es nueva, ha habido olas, desde el trasiego de esclavos a Estados Unidos; en 1924 hay una reforma migratoria en la que se define quienes son migrantes deseables y quienes son indeseables, “en función de una constitución racista”.
Con respecto a los medios de comunicación, dijo que éstos se comportan de una manera más humanitaria si la cultura dominante acepta o rechaza a los migrantes; si hay una buena racha económica y si requieren trabajadores.
Pero cuando hay un problema de seguridad nacional, por ejemplo con el ataque a las Torres Gemelas, llega una ola antinmigrante.
Aclaró que los medios siguen a la opinión pública y al discurso político.
“El tema migrante es un tema que los políticos utilizan en sus campañas porque los migrantes no votan, los indocumentados, entonces los políticos americanos se les hace fácil crear estos pánicos morales, ‘si hay problemas en la economía es por esta gente de afuera que va llegando y no es como nosotros’, lo han hecho en contra de los italianos, los latinos y de los mexicanos, por supuesto”.
Cíclico
El caso mexicano se da durante la Segunda Guerra Mundial que se crea el programa “Bracero”, que llaman a los mexicanos para que trabajen en los campos, pero la siguiente década se da la operación “Espalda Mojada”, donde sacan a 800 mil migrantes, “es cíclico”.
“Hay una dependencia del trabajo mal pagado, hay una dependencia estructural. Ahora con esta ola antiinmigrante después del 11 de septiembre (de 2001), primero empezó en contra del Medio Oriente… por el terrorismo.
“Pero también empezó a haber dudas de que si se les iba a colar el terrorismo por México y fue cuando empezaron a restringir más la entrada, pero ya se había restringido antes en los noventas con la Operación Guardián”.
“Cuando en la retórica están diciendo ‘México es nuestro aliado, nuestro socio comercial’, pero a la vez están construyendo una frontera para que no llegue la gente en masa o para administrar quién llega o quién no”.
“Porque hay unas fuerzas del mercado que están jalando la gente, las están empleando en la agricultura, en trabajos muy mal pagados que benefician a la economía norteamericana”.
En el caso del presidente actual de Estados Unidos, Donald Trump, que utiliza un discurso antiinmigrante, señaló que esto no es nuevo, ya lo hizo Pete Wilson, ex gobernador de California, en los noventa también, la misma estrategia.