Para evitar ser identificados por autoridades de Estados Unidos, algunos migrantes mexicanos que se aventuran a cruzar la frontera usan ciertas técnicas para eliminarse las huellas dactilares, sin imaginar que ese sería un obstáculo para reconocerlos en caso de que fallezcan.
En su intento por pisar suelo americano, cuatro mexicanos han perdido la vida este año en las aguas del canal “Todo Americano” y en las zonas desérticas entre Baja California y Estados Unidos.
Tres de esas víctimas ya fueron identificadas y sus familiares tramitaron el retorno de sus restos al país.
Tonatiuh Romero, cónsul de México en Calexico, California, reconoció que dar con la identidad de los migrantes no es sencillo, pues ellos mismos se deshacen de identificaciones oficiales e incluso buscan borrarse las huellas.
“Muchas veces se liman las huellas dactilares y tiene que recurrirse al ADN para poder identificarlos, eso es más tardado”.
Una vez que se conoce el nombre del migrante fallecido, el Consulado mexicano comienza la búsqueda de sus familiares que deberán trasladarse hasta Calexico con un permiso especial para someterse a las pruebas de genética y poder reclamar el cuerpo.