En escuelas de media superior se detectaron en dos años mil 800 casos de estudiantes que enfrentan algún tipo de violencia, como maltrato, abuso sexual y conducta suicida; la mayoría, 9 de cada 10 casos, los padecían al interior de sus hogares, no en los planteles educativos, informó Gerardo Solís Benavides, secretario de Educación en Baja California.
Por ese motivo, ayer se instaló el Consejo para la Construcción de la Paz Escolar para el Nivel Media Superior, en el cual participarán autoridades de distintas dependencias cómo la Fiscalía General del Estado, Secretaría de Educación, la de Salud, Instituto de Psiquiatría, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y directivos de distintas instituciones educativas.
Jorge Ochoa Orduño, presidente de la CEDH, mencionó que los trabajadores de la educación deben estar preparados para atender los incidentes en el alumnado, debido a que es “la segunda casa” de los estudiantes.
“Es donde se detectan las víctimas de actos violentos fuera de la escuela. En consecuencia, tiene que haber una preparación, una coordinación entre las distintas autoridades, con la finalidad de apoyar”, manifestó.
Son 22 tipos de incidentes los que han registrado, entre ellos abuso sexual, violación, maltrato infantil, omisión de cuidados, violencia, acoso escolar, maltrato escolar, conducta suicida, violencia digital, extorsión telefónica, uso, presencia y venta de drogas lícitas e ilícitas.
Además, amenazas o atentados en la escuela, presencia armas dentro y fuera del centro escolar, disturbios o desligue de fuerzas de seguridad, accidentes o lesiones en la escuela e incidentes relacionados con temas de seguro escolar contra accidentes.
También, presencia de plagas de insectos, roedores, reptiles o animales domésticos; fuga de gas u otros químicos en la escuela, sismo, incendio, contingencia meteorológica en el plantel y violentómetro.
Solís Benavides refirió que el objetivo del Consejo instalado ayer es integrar a las más de 30 instituciones estatales que trabajan en la atención de los incidentes de alumnos, con el fin de establecer programas y capacitaciones para la atención y prevención de dichos actos.
“Necesitamos atender a los jóvenes, hablar con los padres de familia, ver qué está sucediendo. Nosotros somos receptores, el papá, la abuela, la tía, el niño, ellos dicen todo. Entonces en la escuela llegamos a ser la persona a la que más confianza le tienen”, expresó.
Las dependencias que integran el nuevo Consejo, aclaró, tendrán atribuciones para realizar recomendaciones a la Secretaría de Educación y dar seguimiento a esos incidentes.