Durante el 2024 se destinarán alrededor de 10 millones de pesos para la adquisición de tiras reactivas y el medicamento Naloxona, que se usa para revertir la sobredosis por opioides, informó el secretario de Salud de Baja California, Adrián Medina Amarillas.
Resaltó que durante el 2023 se tuvo que hacer una inversión adicional de ocho millones de pesos para la compra de este tipo de medicamentos y reactivos ante el incremento de casos relacionados al consumo de fentanilo en el estado, ya que originalmente no había presupuesto para esto.
“Hasta el año pasado no era un problema contemplado como un problema de salud pública, no había presupuesto, este año ya se tiene”
El médico reconoció además que un gran porcentaje de las personas que mueren por intoxicación con fentanilo se encuentran en situación de calle o con otro tipo de condición de desventaja, por lo que no alcanzan a llegar a urgencias para recibir la naloxona.
Ante esta situación, indicó que en Tijuana existe un operativo conjunto con la Cruz Roja Mexicana en donde, apoyados con donativos de instituciones de Estados Unidos, pueden conseguir muestras de Naloxona que la propia Cruz Roja aplica a personas que son reportadas en las calles de este municipio.
“Cuando hay un llamado de una persona que está inconsciente siempre se sospecha que puede ser [por fentanilo], sobre todo si se trata de personas en situación de calle, y se han podido rescatar algunas personas aplicándoles ahi localmente la naloxona, aquí en Mexicali no hemos podido aplicar en este mecanismo”
En Mexicali, este tipo de programa no ha podido ser aplicado debido a la falta de unidades y personal que enfrenta la Cruz Roja Mexicana, pero el medicamento sí está disponible en el Hospital General y en clínicas.
Medina Amarillas reconoció que el consumo de drogas es considerado ya un problema de salud en Baja California aunque el fentanilo, que si bien es una de las drogas más conocidas, no es la sustancia de mayor consumo en el estado.
Esto pues la principal problemática se sigue presentando en el consumo de drogas sintéticas, como la metanfetamina y el cristal, entre otras sustancias.