Aunque no se ha determinado el contenido de la bebida que fue adquirida aparentemente contaminada en una tienda de autoservicio, la Secretaría de Salud ya confirmó que sí tenía una sustancia altamente corrosiva. Néstor Saúl Hernández Milán, director de los Servicios de Salud en el Estado, informó que los análisis clínicos hechos hasta ahora permiten descartar la presencia de alcohol y establecen un alto grado de acidez, pues arrojaron 12.2 grados de PH.
“Generalmente las bebidas gaseosas tienen un PH ácido menor de 7”. A través de una endoscopía se confirmó que la paciente de 40 años que ingirió la bebida resultó con quemaduras leves en el esófago sin que se ponga en riesgo su vida.
Aunque inicialmente se decía que la botella contenía cloro, esto fue descartado con pruebas clínicas.
Por su parte, Efrén Zazueta Fierro, titular de Epidemiología, detalló que el 30 de abril fueron retirados del mercado 16 lotes del producto.