El cierre y desalojo de vacacionistas del malecón de San Felipe se realizó en plena calma, primero fueron las bandas de música y paulatinamente los parroquianos que celebraban la noche del sábado de gloria al ritmo de la música y al calor de la cerveza, pero ahí no acabó la fiesta, está se adueñó de las calles del ahora séptimo municipio del estado.
La noche del sábado es considerada como la más fuerte del fin de semana que comprende la temporada vacacional de Semana Santa, por lo que la presencia de los agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Mexicali (DSPM), así como la presencia de autoridades del Concejo Fundacional Municipal que encabeza José Luis Dagnino López, quien informó que hasta ese momento había un cálculo de unos 90 mil personas en el puerto, solo que muchas habían optado irse a los campos turísticos.
Sin embargo el ambiente estaba en el malecón que estaba casi a reventar, diversas bandas de música sinaloense tocaban unas al lado de las otras, mientras la gente bailaba alegremente y seguía consumiendo cerveza a cantidades industriales.
Sin embargo, un hecho que empañó la noche, fue de un hombre que agredió a una mujer en pleno malecón, por lo que la rápida actuación de los agentes de la DSPM evito que pasara a mayores, al detener al responsable.
Antes de las 12:00 de la noche, el malecón fue dividido en dos por medio de una valla metálica, dos cuadrillas de agentes con cascos antimotines empezó a avanzar en fila a lo ancho del malecón, unos hacia el Sur y otros hacia en Norte invitando a la gente a retirarse.
La gran mayoría accedió a irse con resignación y aún con un buen número de botes de cerveza en sus hieleras, otros manifestaban su inconformidad contra la policía, pero sin pasar a mayores.
Conforme se iban esclareciendo el malecón, del centro hacia los lados, quedaban en evidencia los restos de la fiesta, cientos de botes de cerveza tirados en la vialidad que de inmediato fueron recogidos por pepenadores, hielo, envases de plástico, cartón, y un fuerte olor a la bebida ambarina.
Los desalojados cargaban sus hieleras hacía sus vehículos con ánimo festivo y con pocas intenciones de irse a dormir, seguir la fiesta en el hotel, la casa de renta o en el terreno que habían instalado su casa de campaña, riendo ya bailando por las calles.
Pero en la avenida Mar de Cortés Sur, cerraron la calle, cientos de personas se reunieron en esta zona de hoteles donde siguió la fiesta y seguía sonando la banda de música sinaloense, para continuar hasta el amanecer del domingo de resurrección.