Tijuana.- Familiares de personas que se encuentran recluidas en el penal de La Mesa en Tijuana denunciaron que aumentaron los precios de los alimentos y productos de limpieza que compran los reclusos casi en 100%.
Los denunciantes dijeron que esto es un problema, pues con la pandemia por coronavirus tienen menos ingresos económicos y se les dificulta apoyar a los reclusos.
Detenidos deberán ser evaluados por un médico antes de ser presentados ante juez.
Además, con los aumentos de precios en comida dentro del penal, el dinero que les envían no les alcanza para cubrir sus necesidades primordiales como alimentación y aseo personal.
Un familiar que prefirió el anonimato, dijo que su hermano, quien lleva varios años recluido en el penal de La Mesa en Tijuana, le pidió ayuda para denunciar ante derechos humanos, porque consideran que el alza de los costos de alimentos es desproporcionado y lo hicieron sin previo aviso.
También indicaron que viven hacinados con hasta 10 reclusos por celda y les cortan el servicio de agua potable.
Detalló las dificultades de vivir varias personas en una celda, que se ha convertido en un problema sanitario porque cuando les cortan el servicio de agua potable no pueden hacer sus necesidades fisiológicas.
La denunciante también aseguró que con las pequeñas porciones de alimentos que le dan a los reclusos, tienen que comprar alimentos en las cooperativas del reclusorio.
“Con la pandemia no tenemos dinero y lo que le mandamos no le alcanza para la comida a mi hermano. Los que están ahí -en el penal- no comen bien, les dan poquita comida”, mencionó.
Los reclusos del penal le dictaron una carta a familiares por teléfono, pues no hay visitas con la pandemia del coronavirus.
En la carta denuncian actos que dicen son violatorios a sus derechos humanos y piden ser escuchados.
“Tienen canceladas salidas al médico, les cortan el agua por el día completo y eso es algo desagradable, ya que son más de 10 por celda. Presos del edificio seis solicitan que Derechos Humanos vaya y recorra pasillo por pasillo, ya que todos los internos solicitan ayuda”, se lee en la carta.
La respuesta de la dirección al elevado precio de la comida fue que “la orden viene de Mexicali” y ellos solo obedecen, explicaron familiares.
Para corroborar la información de las denuncias, se solicitó una entrevista con el subsecretario del Sistema Penitenciario, Salvador Morales Riubi, pero no respondió a la llamada telefónica ni a los mensajes de texto.