En las últimas semanas más de ocho mujeres transexuales que ejercen el trabajo sexual en la zona centro de Mexicali han sido víctimas de arrestos y cobros irregulares por parte de elementos de la Policía Municipal.
A esto se suma lo que consideran acoso y extorsión de parte de los agentes contra quienes contratan sus servicios al grado de conducirlos hasta un cajero bancario para que les entreguen dinero a cambio de no detenerlos.
Verónica, trabajadora sexual del centro y representante de las mujeres trans de dicha zona, ha padecido esta situación que en las últimas semanas se ha hecho más frecuente.
UN EJEMPLO
La madrugada del primero de diciembre los agentes a bordo de la patrulla 2719 le marcaron el alto al vehículo en el que viajaban Verónica y un cliente; a ella le pidieron que guardara silencio y a él le solicitaron dinero a cambio de no llevarlo detenido.
“Le dijeron que era un delito levantar personas transexuales y que la multa era de más de 10 mil pesos; en ese momento le quitaron 1 mil 500 pero querían más y nos hicieron ir a los cajeros por otros 4 mil”.
Algunas mujeres trans también han sido detenidas y obligadas a pagar multas de más de 1 mil 500 pesos.
“Al cliente también le dicen que si los detienen sus familias se van a enterar que estaban buscando servicios”.
Altagracia Tamayo, activista de la zona centro, indicó que se trata de un comportamiento abusivo y discriminatorio de parte de los agentes de la Policía Municipal por lo que pide la atención de los mandos directivos.
SECTOR INVISIBLE
Para quienes ejercen el trabajo sexual el año de la pandemia también ha sido complejo.
Los clientes son cada vez menos y el riesgo de contagio de Covid-19 es latente.
“Nosotros también pagamos impuestos, pagamos renta y no es justo que no se nos permita trabajar; buscamos apoyo de regidores o cualquier persona que pueda apoyar”.
Verónica indicó que este gremio también se ha enfrentado a una crisis económica y ninguna autoridad ha volteado a verlas para ofrecerles asistencia social.