La milenaria cultura Cucapá persistirá gracias a la labor de la lideresa de la comunidad El Mayor, Inocencia González Sáiz, quien luchó por la permanencia de su lenguaje, sus artesanías, costumbres, su memoria y el legado permanecerá en la comunidad que siempre la arropó bajo el cerro del Águila que aseguran brindó protección.
Pescadora, artesana, maestra, líder de la comunidad, mujer, esposa, madre, abuela, defensora de las tradiciones Cucapá, falleció la tarde del miércoles a los 84 años en la ciudad de Mexicali; hoy será la ceremonia de velación en el Museo de El Mayor.
La comunidad El Mayor, asentada en el kilómetro 57 de la carretera Mexicali a San Felipe, justo bajo las faldas de la Sierra Cucapá, ya no será la misma.
Aunque la semilla de lo que sembró Inocencia, se ve reflejado en el museo Cucapá, así como en la prevalencia de la lengua milenaria que a fuerza de insistencia, pudo convencer a unos cuantos de aprenderla.
Perla Torres, nieta de Inocencia, expresó su amor hacia su abuela, quien tenía un gran corazón y ejercía liderazgo en la pequeña comunidad conformada por apenas un puñado de casas donde viven unas 45 familias.
Fue Inocencia la que enseñó el viejo arte de trabajar la shakira para entretejer los pectorales, aretes y toquillas, que obtuvieron reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Los Cucapás no desaparecerán con la partida de su abuela, aseguró, ya que hay varias personas que hablan la lengua y que aprendieron a entretejer la shakira, además, curiosamente hoy todos quieren ser de la comunidad, ya que obtienen beneficios del gobierno.
Con una gran sonrisa pero con lágrimas en los ojos expresó: "Hoy, su alma ha partido con los primeros rayos del sol del amanecer".María de los Ángeles Díaz, propietaria de una tienda de abarrotes de El Mayor, recordó a Inocencia como una buena persona que no se metía con nadie, y que siempre iba por sus cigarros delicados.
Mencionó que ella llegó ahí desde Sonora, luego que su marido, un pescador de la colonia Mariana, la llevó a vivir a esta comunidad, que a pesar de ser de fuera, siempre fue muy bien recibida.
Marcos Flores Cervantes, conoció a Inocencia hace alrededor de 50 años, ya que iban a pescar juntos a la Laguna Salada, la recuerda como una mujer muy trabajadora.
"Era muy amable y trabajadora, recordó, sin embargo él piensa que con su partida, queda una gran incertidumbre sobre el futuro de la cultura Cucapá".
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