“La piedra angular para prevenir el aumento en las incapacidades que finalmente no nos benefician a nadie es la medicina preventiva, necesitamos aumentar la cultura preventiva en la población”, aseguró Geraldín Lugo Preciado.
La coordinadora auxiliar de los Servicios de Prevención y Promoción a la Salud para los Trabajadores del IMSS, comentó además que es necesario acudir a las Unidades de Medicina Familiar no sólo por enfermedad sino para un chequeo preventivo, por ejemplo el cáncer de mama o próstata, y algunos otros padecimientos.
Además de los trastornos crónicos degenerativos, diabetes, hipertensión, colesterol, entre otras enfermedades, “que terminan en gastos catastróficos para la población”, que se convierten en la necesidad de dar incapacidades médicas a los trabajadores.
Las incapacidades son un subsidio o una prestación que otorga el Seguro Social, en dos ramos: enfermedad general o un accidente ocurrido en el trabajo, que le provocó una limitación al empleado.
AFECCIÓN EN EL TRABAJO
En riesgo de trabajo es atribuible a los padecimientos osteomusculares, las incapacidades breves se cuenta con contracturas musculares o contusiones como los diagnósticos más frecuentes.
Entre las incapacidades prolongadas se encuentran trastornos de la columna vertebral, fracturas y trastornos de la articulación como principales causas.
En cuanto a la enfermedad general los padecimientos osteomusculares son los más comunes, pero además se empieza a ver padecimientos oncológicos, sobre todo cáncer de mama y colon.
Este tipo de incapacidades puede prolongar 300 días, lo cual es justificado por los tratamientos.
En los padecimientos agudos, incapacidades breves, se tienen diagnósticos como gastroenteritis, infección a las vías respiratorias altas, que generan entre uno y tres días de incapacidad.