Para restaurar el ecosistema del Río Colorado y así mejorar las condiciones de vida de las especies animales y vegetales que en él habitan, Pro Natura del Noroeste, mediante campañas permanentes como Reforesta San Luis, con apoyo de Organizaciones Civiles, grupos de ciencia y Gobiernos, se ha visto en una suma de esfuerzos para realizar sinnúmero de actividades en las denominadas zonas de restauración de Miguel Alemán, Chausse y Laguna Grande.
Desde su fundación en San Luis Río Colorado, las asociaciones ambientalistas se han destacado por realizar tanto talleres como exploraciones en sitios donde la conservación ha sido el tema principal, sobre todo, las actividades de reforestación del denominado corredor ripario del Río Colorado, con lo que se ha pretendido regresarlo a su estado original, mediante la siembra de especies nativas y evitar futuras crisis ambientales, dadas las características desérticas que posee el sitio.
“Esas zonas fueron escogidas mediante un estudio hidrológico, en el que se determinó que por su cercanía al río, pero sobre todo por la profundidad de sus mantos acuíferos con agua proveniente del Río Colorado, eran las ideales para ser nombradas como tal. Ahí se hacen actividades de restauración, pues el vital líquido que de ahí se extrae es utilizado para la actividad industrial, agrícola y para consumo personal”, declaró Yuliana Dimas, coordinadora de eventos de Pro Natura del Noroeste y Reforesta San Luis.
“A los voluntarios les explicamos el manejo del agua del río, su importancia para la región y cómo es utilizada para el sector agrícola del valle, para mantener las más de 200 mil hectáreas del mismo”, comentó Dimas, quien aseguró que “en Miguel Alemán se han restaurado 100 hectáreas, reflejados en el resurgimiento del bosque ripario del río. Desde 2014 hasta hoy, han participado más de 3 mil 500 personas en este proyecto. La meta sería restaurar 35 hectáreas más.
Ya hemos restaurado más de 40 hectáreas, hecho en el que han participado personas de San Luis, Mexicali y el valle”. Se dijo que el manejo, control y administración del agua del Río Colorado se ha realizado mediante acuerdos internacionales, el Tratado del Río Colorado se pactó en 1922 y establece las dotaciones de agua para las Cuencas Alta y Cuenca Baja del Río Colorado. En el 2008 se dio inicio a una histórica colaboración binacional de varias organizaciones para que el Río Colorado se restaure en las zonas antes mencionadas. “Se ha logrado un avance respecto al involucramiento binacional.
Es algo simbólico para nuestra ciudad, pues desde el 2014 a la fecha lo más importante ha sido la colaboración con la comunidad en Denver, Colorado, Estados Unidos. El año pasado se hizo la firma entre usuarios del Río Colorado en este Municipio y la ciudad estadounidense, misma que, aunque se encuentra fuera de la cuenca del río, recibe el 50% de su agua de ahí”.
Cita un documento, propio de la firma de alianza binacional, que “Es indiscutible la conexión ecológica y sociocultural de la cuenca del Río Colorado, desde su nacimiento en las Montañas Rocallosas hasta su desembocadura en el Mar de Cortés. Por ello, se firmó un memorándum de entendimiento para establecer la Asociación Hermanas del Río, entre las ciudades de Denver, Colorado y San Luis Río Colorado, Sonora.
Con la firma de ese acuerdo, se reconoce la importancia de la protección y restauración del Río Colorado, para el desarrollo económico y la mejora de calidad de vida, así como la promoción de la cultura y el arte en las diferentes poblaciones de la cuenca. Dimas también mencionó que se está trabajando en las tres zonas de restauración en una coalición con ONG´s de México y Estados unidos. “Esto es por recuperar el río, desde que entra el agua por la frontera hasta el Delta. Es una labor difícil, pero trabajamos varias organizaciones”.