Como los maestros tradicionales no están capacitados en lenguaje de señas, a la comunidad sorda se le dificulta continuar con sus estudios, lo que causa que en su mayoría apenas cuenten con la secundaria o la preparatoria terminada.
María Guadalupe Luna Castañeda, quien dirige la Asociación de Sordos de Mexicali (Asome), refirió que el problema más grande que padecen los que cuentan con esta discapacidad es la barrera de comunicación con el resto de la población, toda vez que a simple vista no se puede saber si una persona no escucha.
A este problema se suma el hecho de que en Mexicali no existan personas certificadas para fungir como intérpretes en lenguaje de señas, dado que la fundación tiene conocimiento que solo tres cuentan con esta acreditación en esta ciudad.
Por eso pedimos y deseamos que haya más personas que aprendan la lengua de señas para que pueda haber intérpretes en diferentes instituciones.
Esta problemática obliga a los estudiantes sordos esforzarse “al doble”, siendo que deben de aprender a leer los labios de las personas e incluso en el caso de las aulas, sentarse frente a los maestros y apoyarse en los compañeros oyentes.
Hay demasiada discriminación por parte de los oyentes, ya no tanto como años anteriores, ahora hay más sensibilización.
A la fecha hay 60 personas que acuden a la asociación para aprender el lenguaje de señas, pero Luna Castañeda apuntó que estas personas “van y vienen”, dado que por ser empleados de maquiladora, deben de dejar de ir a clases por la rotación de turnos.
Señaló la necesidad de generar una ley que acepte la lengua de señas como obligatoria en todas las escuelas y no solo en las especializadas, sobre todo en las Normales.
Recomendación
A quienes tengan el deseo de aprender esta forma de comunicación, les recomendó no solo tener mucho interés, sino convivir con la comunidad sorda.
“No todos pueden interpretar, pero la necesidad de intérpretes es muy grande”.
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Su historia
A consecuencia de una enfermedad que padeció cuando era niña, María Guadalupe perdió el sentido del oído. Al utilizar una medicina, ésta le afectó.
Por la ausencia de espacios donde se especializaran en los sordos o sordomudos, decidió apoyar a su comunidad a través de la Asome.
Ahí se brindan clases de primaria, secundaria y preparatoria por sistema abierto e incluso maneja una bolsa de trabajo, con el fin de evitar que los sordos no se dediquen al comercio ambulante, o incluso que pidan limosna.