Han pasado 10 años desde que el edificio que albergó al Hotel Centenario, en la zona centro de la ciudad, reabrió sus puertas para alojar a los connacionales que regresan al país luego de ser deportados de Estados Unidos.
En una década, el Hotel del Migrante, operado por Sergio Tamai Quintero, suma más de 400 mil migrantes atendidos.
“Iniciamos un 15 de enero, hacía mucho frío y estaban arrojando hasta a 200 mexicanos deportados de madrugada; en los albergues no había capacidad y entonces rento un hotel abandonado, así comenzamos”.
Aunque el objetivo era dar asilo a los connacionales que regresaban al país prácticamente sin nada, la dinámica migratoria que distingue a Mexicali obligó también a dar cobijo a las poblaciones que llegaron procedentes de Haití y Centroamérica.
“Es algo histórico y milagroso al haber pasado más de 400 mil personas por aquí, actualmente tenemos unos 100 migrantes, algunos en familia incluyendo niños”.
En años recientes el Hotel del Migrante ha enfrentado condiciones financieras críticas que han obligado a parar operaciones, especialmente por el adeudo de 1 millón de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A 10 años de haber iniciado, Tamai Quintero destaca que prevalece la falta de atención gubernamental hacia los connacionales deportados, pues a la fecha sigue sin existir algún fondo que les permita ser atendidos de forma digna al ser expulsados de Estados Unidos, ni tampoco hay recurso para ayudarlos a regresar a sus ciudades de origen.