El aislamiento dentro de casa que han sugerido las autoridades de Salud para prevenir el contagio del Covid-19 podría elevar la incidencia de violencia en contra de las mujeres y los niños, quienes pueden verse obligados a permanecer junto a sus agresores en este período.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha reconocido y advertido que la violencia de género es más común en entorno de emergencias humanitarias como la que se vive actualmente.
Para Maricarmen Rioseco Gallegos, activista de género y consejera de Inmujer, el problema es real y puede agravarse con el hacinamiento de las familias que habitan en casas de interes social.
“La violencia siempre existe, pero la situación de encierro, hacinamiento y los roles que se les exigen a las mujeres se presenta una situación de vulnerabilidad en el hogar, esto también puede afectar a los adultos mayores, los niños y adolescentes”.
A esto se agrega el tema económico que elevará el estrés de la familia al estar afectada la actividad laboral.
“Se va a combinar con lo que está pasando en supermercados que elevan precios, la inseguridad y la salud que se está viendo afectada”.
Rioseco Gallegos precisó que en este período la violencia dentro de casa puede manifestarse en todos sus tipos, desde física, sexual, emocional y económica.
En este caso, la consejera de Inmujer indicó que las autoridades deben activar protocolos específicos y líneas de asistencia exclusivas para las víctimas de violencia.
Líneas de ayuda
A nivel local, la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) activó la denominada “Línea Rosa” con el número 558-7072 con atención psicológica y asesoría jurídica.
Las emergencias por violencia doméstica pueden seguirse reportando a las líneas del 911.
Por su parte, el Instituto Estatal de la Mujer tiene disponible el teléfono 557-5495 con personal capacitado para atención a víctimas.