El crimen organizado amenaza la seguridad de los estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) que son asignados como pasantes a los centros de salud ubicados en el Valle de Mexicali.
El semestre pasado un alumno fue intervenido e interrogado por un grupo fuertemente armado cuando circulaba en pleno día por una carretera de la zona rural.
Al conocer del incidente la UABC reasignó al estudiante a otra área como medida de protección y para que concluyera su pasantía.
TRISTE REALIDAD
José Manuel Avendaño Reyes, director de la Facultad de Medicina de la UABC en el campus Mexicali, confirmó que ese incidente, y otros más, obligaron a buscar y diseñar por primera vez una estrategia para prácticamente blindar a los médicos en formación durante el próximo ciclo escolar.
“Esta es una realidad muy triste en todo el país, Baja California y particularmente el Valle de Mexicali, no está exento de esta realidad de violencia e inseguridad hacia nuestros pasantes”.
Para el semestre 2022-2 la UABC asignó 60 plazas para médicos pasantes y 30 de esas posiciones corresponden a unidades médicas de la zona valle y es sobre esas que va a centrarse un esquema de protección y vigilancia.
El Director de la Facultad de Medicina adelantó que una medida inmediata ante cualquier episodio de violencia o amenaza, por mínima que ésta sea, será retirar a los pasantes del área aunque reconoce que esto implicaría dejar sin atención esas unidades de salud.
“Hay que tener en cuenta que cuando se quita a un pasante de un centro de salud muchas veces ese centro se queda solo y representa un verdadero problema para la Secretaría de Salud y sobre todo para la gente”.
Los pasantes que tengan que ser retirados serán reasignados a otras áreas de vinculación que se inclinen más hacia la investigación.
LA ESTRATEGIA
Antes de que trascendiera el asesinato de Erick Andrade, pasante médico asesinado en Durango, la Facultad de Medicina de Mexicali ya se había acercado a la Fiscalía General del Estado (FGE) para pedir una estrategia de seguridad para los estudiantes que van a la zona rural.
Avendaño Reyes aseguró que la coordinación se buscó por las experiencias del año anterior.
“El contacto se dio en relación con algunos hechos violentos que no terminaron mal pero que sí nos dieron alerta el año pasado”.
En una reunión entre personal de la FGE y los pasantes de medicina se acordó monitorear en tiempo real el traslado de los alumnos hasta los centros de salud a través de una aplicación móvil.
También en sus teléfonos se instaló un vínculo directo con el 911, además de crear grupos de whatsapp donde estarán autoridades de seguridad y de la Facultad de Medicina.
“Una vez que los muchachos estén en sus puestos de trabajo nos vamos a volver a reunir para planear las rutas de camino desde que salen de casa hasta que llegan a su centro de salud y se les va a seguir en tiempo real, si hay un retraso o demora en el traslado o regreso inmediatamente nos daremos cuenta”, explicó el director.
Se definieron además las rutas peligrosas qué hay en el valle de Mexicali, exhortándolos a evitarlas.
El personal de la FGE capacitó a los estudiantes médicos respecto a cómo deben actuar en caso de ser abordados por grupos armados o amenazados.
La Asociación Nacional de Médicos Pasantes ha estimado que cada año hasta 6 mil estudiantes de medicina son asignados a centro de salud de comunidades alejadas, sitios donde generalmente no hay médicos contratados.
La organización también ha documentado que hasta el 40% de los pasantes sufren agresiones y en muchos casos esas situaciones vienen del crimen organizado.