A pesar de haber iniciado operaciones en plena pandemia, están en proceso de crecimiento y consolidación en el mercado regional, esto, en un principio a base de estrategia de entregas en casa, lo que les funcionó, y les sigue funcionando, manifestó Julieta Anaya, administradora de la empresa vinícola Gran Meléndez.
Mencionó que son una empresa mexicalense que produce en el Valle de Guadalupe, en el ejido El Porvenir. Allá se encuentran las condiciones perfectas, reconocidas a nivel internacional, para que se dé una uva de gran calidad.
El propietario de la empresa, Luis Antonio Ramírez Meléndez, originario del kilómetro 43 del Valle de Mexicali, se mudó al Valle de Mexicali a vivir, donde se empieza a adentrarse en el mundo del vino, aprende primero de manera muy artesanal, luego se adentra en el estudio de la producción vitivinícola.
La empresa empezó en 2019, dijo, pero este producto no se puede comercializar hasta que pase un año, es decir, cayó en plena pandemia del COVID-19 en 2020.
Relató que es cuando ella probó este vino, le fascinó, y fue cuando le hizo la pregunta, ¿y dónde lo encuentro?, pero no había quien lo distribuyera, y fue cuando se hizo cargo de la comercialización.
Es así que empezaron a vender el vino en plena pandemia, implementando las ventas a domicilio. Desde entonces la empresa no ha parado de crecer, incluso asistieron a la última edición de AgroBaja, donde les dieron reconocimiento como empresa innovadora, por sus vinos jóvenes.
Es decir, los vinos de Gran Meléndez son ideales para quienes se inician en el mundo del vino, tienen programas de catas para grupos a domicilios, es decir, la experiencia que se vive en Valle de Guadalupe la traen a Mexicali, explicó.
Las varietales que manejan son merlot, tempranillo, cabernet Sauvignon, están por sacar un Gran Reserva, que aún no han embotellado, pero si todo va como pinta, empezarán a entrar a concursos para el 2024.
Por momento, no cuentan con el marbete del SAT (Servicio de Administración Tributaria), para ello deben cumplir con ciertas certificaciones, entre ellas la de Cofepris (Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios), así como en su proceso de fabricación, del cual, están muy bien evaluados.