La contaminación ambiental ingresa a las viviendas y el resguardarse en casa no limita que respire la población la mala calidad del aire, como la registrada en la madrugada de Navidad.
Alberto Mexía Sánchez, director de Redspira, explicó que realizaron un monitoreo de calidad del aire al interior de la oficina, sin personas y determinaron que los aparatos comenzaron a registrar incremento en la calidad del aire negativa.
“Las puertas no detienen la contaminación y no se están analizando sus efectos al interior de la vivienda”, puntualizó.
En el proceso de experimentación determinaron colocar un purificador de aire al interior de una vivienda, particularmente en el dormitorio, encendido las 24 horas.
La persona que estuvo por varios días en dicha vivienda, determinó que sus alergias respiratorias, comenzaron a disminuir y el organismo se fortaleció.
“Por eso las personas que viven en zonas con niveles de contaminación rojas, aunque estén resguardados en casa, no están libres de la contaminación de interiores”, puntualizó.
También alertó que los niveles de contaminación del aire se elevan por la noche, en rangos desde las 19:00 horas y disminuyen hasta la 9:00 o 10:00 del día siguiente.
Los más afectados son los trabajadores que tienen actividades nocturnas, como personal de limpia y maquila, entre otros,
Dos son los principales precursores de mantener la contaminación en el aire, las partículas PM10 y PM2.5.
Las PM10 son esencialmente el polvo, al que se le adhieren componentes como el desecho del desgaste de las llantas, que son microplásticos.
Las partículas PM2.5 son más pequeñas que el polvo y se les adhieren contaminantes como las emisiones de escapes de vehículos.
Mexía Sánchez puntualizó que en ese escenario, Mexicali tiene varios problemas y generadores de contaminación ambiental, como una flota vehicular descuidada, con los autos “chocolates” regularizados se eleva la movilidad, hay un “pobre servicio de transporte público”, calles sucias y en mal estado.
Pero a los emisores contaminantes, se suman otras variables, como las fogatas que en suma de todas las generadas por la población, afectan a la salud y al aire.
También la combustión que generan los calentadores de agua por el uso de gas butano, las chimeneas en sectores de vivienda media y alta, los incendios clandestinos, las taquerías y carrocerías que en conjunto dañan al medio ambiente.
Aunque se deberían de emitir alertas de precontingencia cuando los niveles de contaminación son elevados, en la realidad no sucede porque el gobierno mantiene un plan encajonado.
El director de Redspira explicó que en el 2018 se publicó el Plan de Contingencia Ambiental para Mexicali, pero al año siguiente hubo elecciones y el proyecto quedó sin seguimiento.
Durante la administración de Jaime Bonilla Valdez, el plan quedó congelado y sin aplicarse, cuando debió actualizarse porque las normas oficiales fueron modificadas a nivel nacional.
Actualmente, en los primeros dos años del gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda, sigue el plan sin actualización.
El documento estipula que para emitir una alerta de precontingencia ambiental deben transcurrir al menos 24 horas continuas en bandera color roja de muy mala calidad del aire.
Mexía Sánchez propone que la actualización debe de ser de al menos ocho horas contínuas.
También cuestionó los indicadores de calidad del aire que utiliza el gobierno de Baja California, que son “más laxos” y cuando las mediciones de organismos norteamericanos o internacionales marcan color rojo, en las del estado son naranja.
“Si las secretarías del Medio Ambiente y de Salud informaran de manera constante, basadas en las normas de la Organización Mundial de la Salud y la Norma 025, quizá la población podría dar más valor al rojo; no se trata solo de hacer escándalo, es decir que ‘te vas a enfermar’.
“Hay gente que trabaja en las noches, hay un porcentaje de población directamente afectada por el tema de los horarios y la contaminación”.
Agregó que la zona sur de Mexicali es la de mayor riesgo y en constante contaminación ambiental, por tener el sector industrial y el mayor porcentaje de calles sin pavimentación, además de quemas o incendios.
Como una solución, el entrevistado remarcó que es necesario incrementar la pavimentación, aplicar una mayor vigilancia a las emisiones de la industria, que la recolección y disposición de residuos se lleve de manera adecuada e implementar un eficiente servicio de transporte público.
“Con eso estaríamos, quizá, ya del otro lado, desde mi perspectiva”, puntualizó.
Mexía Sánchez cuestionó a la gobernadora, quien dijo textualmente que “el problema de la calidad del aire es un asunto que se ha abordado con toda seriedad y atención”, sin embargo, destina cerca del 1% del presupuesto total anual para la Secretaría del Medio Ambiente.
“Eso no es seriedad, ni es atención”, agregó, un ejemplo es que al descomponerse el medidor del aire ubicado en las instalaciones de la UABC, en lugar de comprar las refacciones, esperaron a que la empresa privada Sempra les donara las piezas.
“¿Cómo un gobierno puede decir que atienden el tema con seriedad si dependen que empresas privadas extranjeras les done los insumos para algo tan básico como una estación de monitoreo?”, cuestionó.
Finalmente, dijo que hace falta personal experto en el tema de la calidad del aire en la Secretaría de Medio Ambiente, donde hay técnicos pero no en los mandos medios o en los titulares como Mónica Vega, actual secretaria.