Casos de éxito se han detectado a partir de la implementación de los llamados “tendederos” de deudores alimentarios en Mexicali, sobre todo el colocado al frente del Poder Judicial de Baja California, reconoció la abogada y activista María Fernanda Olguín.
La integrante del colectivo Desértica, una de las organizadoras del tendedero, señaló que a pesar de que las páginas dedicadas a exhibir este tipo de comportamientos han recibido ataques de familiares de los deudores o sus nuevas parejas, se han tenido resultados favorables.
“Ha habido casos en que si ya han pagado una parte, les recordamos a las mamás, las que tienen la custodia de los menores, que ese pago es nada más simbólico, el punto es que se siga cumpliendo de manera disciplinada en tiempo y en forma”
“Hemos ayudado, no queremos ‘funar por funar’, lo que queremos es servir de puente para que salgan ganando las infancias, y también las mamás”
Resaltó además que algunas mujeres se han acercado a las organizadoras para solicitar su apoyo en asesoría jurídica, asesorías psicológicas y también en el trámite de sus demandas de pensión, ya que a consecuencia de los tendederos algunas mujeres se han atrevido a denunciar.
De acuerdo a la activista, en un inicio fueron 385 madres en Baja California quienes enviaron información sobre sus ex-parejas deudoras alimentarias, casos que fueron depurados para no caer en una cuestión de difamación.
“Ha habido mamás que ya se animaron, por fin, a demandar correctamente por la vía familiar para lograr acuerdos, en su momento tener una sentencia, ya todo fijo y más sencillo”
Según lo comentado, entre los casos que llegaron desde un principio a manos de los colectivos se encuentran menores con discapacidad, algunos de los cuales no reciben pensión desde hace 14 años, además de mujeres que han presentado quejas por incumplimiento hasta cinco veces ante las autoridades, sin obtener solución.
Para este mes de junio, en el marco del Día del Padre, los colectivos preparan una caravana para “padres abandónicos”, con intención de exhibir a aquellos que a pesar del llamado siguen siendo deudores, aunque no especificó más detalles.