Después de una tormenta persisten los riesgos sanitarios derivados de las inundaciones, alimentos en mal estado, heridas infectadas, basura expuesta o agua contaminada, por lo que es importante seguir las siguientes recomendaciones que emite la secretaría de salud.
Es de vital importancia, en caso de presentar malestar estomacal u otro, acudir de inmediato a consulta médica; si la persona se encuentra en un albergue o área afectada por las lluvias, buscar apoyo de las brigadas de salud.
También limpiar la vivienda, eliminando agua estancada y basura para evitar infecciones. Lavar, tapar, voltear objetos que almacenen agua y tirar el líquido por completo, para evitar la reproducción del mosquito generador de dengue, es fundamental para cuidar de la salud de las familias después de las lluvias.
Vigilar la preparación adecuada de los alimentos para prevenir enfermedades diarreicas, así como consumir agua hervida, embotellada o desinfectada y mantener los recipientes limpios ayudará a evitar situaciones de riesgo para la salud.
Aquellas personas que se encuentren en un albergue, deben mantener su ropa y artículos de limpieza limpios y no compartirlos con el resto de la población.
Se recomienda, además, limpiar el patio y deshacerse de muebles acumulados en desuso, así como tapar grietas para evitar que aniden garrapatas transmisoras de rickettsia.
Al realizar actividades de reincorporación y limpieza en el hogar es sumamente importante, en caso de tener heridas abiertas, desinfectarlas con alcohol y evitar que las lesiones tengan contacto con agua estancada.