/ lunes 25 de febrero de 2019

Conoce la historia de "Solovino"

Es una clara muestra de amor y la responsabilidad que implica para todo ser humano que posee una mascota

Es común ver personas en situación de calle acompañados por una mascota, aunque son contados los casos donde sus poseedores, que difícilmente consiguen para su propio sustento, se preocupan de darle un trato digno al animal que les sirve de compañía.

Un caso en particular llamó poderosamente la atención del fotógrafo de casa, así como de decenas de clientes en una tienda de conveniencia, donde fue captada la tierna escena donde un manso can se encontraba acostado tapado con varias cobijas, en tanto que su dueño hacia su mejor esfuerzo para tratar de conseguir el sustento diario para ambos.

La mascota, que su dueño José (N) lo llama “Solovino” porque solo llegó a él, es un perro de regular tamaño, el cual fue captado cuando dormía sobre una cobija tendida debajo de su cuerpo, otra en forma de “almohada” que retenía su cabeza y una más que lo cubría del intenso frío de la noche.

Esto mientras su dueño ofrecía artesanías hechas con hojas de palma para allegarse de algunos pesos para poder comprar algo de comida para él y su fiel compañero.En verdad una escena conmovedora, pero sobre todo es una clara muestra de amor y la responsabilidad que implica para todo ser humano que posee una mascota, sin importar cual sea su condición social.

Es común ver personas en situación de calle acompañados por una mascota, aunque son contados los casos donde sus poseedores, que difícilmente consiguen para su propio sustento, se preocupan de darle un trato digno al animal que les sirve de compañía.

Un caso en particular llamó poderosamente la atención del fotógrafo de casa, así como de decenas de clientes en una tienda de conveniencia, donde fue captada la tierna escena donde un manso can se encontraba acostado tapado con varias cobijas, en tanto que su dueño hacia su mejor esfuerzo para tratar de conseguir el sustento diario para ambos.

La mascota, que su dueño José (N) lo llama “Solovino” porque solo llegó a él, es un perro de regular tamaño, el cual fue captado cuando dormía sobre una cobija tendida debajo de su cuerpo, otra en forma de “almohada” que retenía su cabeza y una más que lo cubría del intenso frío de la noche.

Esto mientras su dueño ofrecía artesanías hechas con hojas de palma para allegarse de algunos pesos para poder comprar algo de comida para él y su fiel compañero.En verdad una escena conmovedora, pero sobre todo es una clara muestra de amor y la responsabilidad que implica para todo ser humano que posee una mascota, sin importar cual sea su condición social.

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