Fueron tres claves de medicamentos afectadas tras el fallo que se presentó en el almacén central de la Secretaría de Salud en el Ejido Puebla, además de varias vacunas que se resguardaban en el lugar, confirmó su titular Adrián Medina Amarillas.

El funcionario confirmó que el fallo fue causado por una serie de sismos y apagones que se reportaron en la zona entre el 1 y 3 de mayo de este año, que ocasionaron un fallo en la red fría del almacén y ocasionaron que no sonara la alarma del lugar.

“Afortunadamente es una cantidad mínima que no nos ha afectado, este es el mensaje principal que quiero transmitir para desvirtuar lo que intentaron magnificar; la Secretaría de Salud no está en desabasto de medicamentos”

A pesar de que entró en funcionamiento la planta de emergencia, se confirmó que tres de las 63 claves de medicamentos que se resguardaban ahí sí fueron afectadas y terminaron retirándose, además de varias dosis del programa nacional de vacunación, una afectación de entre tres y cinco millones de pesos.

Sin embargo, Medina Amarillas negó que entre los medicamentos retirados hubiera medicamentos oncológicos, antibióticos o para el tratamiento del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

“Siete ampolletas de insulina, que no es una situación que nos preocupe, otro es un anestésico, atracurio, que ya no se usa porque ya hay medicamentos de nueva generación, y otro es una hormona que se utiliza para un tipo de tumores especiales en la hipófisis, que tampoco se utiliza mayormente”

De acuerdo al secretario, los medicamentos dañados no representan un efecto importante para el estado, no generarán desabasto de medicamentos, ni tampoco se están dando a la población.

Asimismo, informó que se apartó del puesto a la persona que ocupaba el puesto de jefe del almacén, un trabajador sindicalizado de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) y a parte del equipo administrativo, con intención de continuar con las investigaciones.

Se dio aviso además al órgano de control estatal, al Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (Censia), a la Secretaría de Honestidad y la Función Pública y a la Fiscalía General del Estado (FGE) sobre el caso, para descartar que se trate de un acto de sabotaje.